lunes, 26 de agosto de 2013

Los intentos de violación a la autonomía universitaria



Los intentos de violación a la autonomía universitaria[1]

Edgar J. González Gaudiano[2]

Fui retenido contra mi voluntad el viernes pasado durante casi tres horas en las instalaciones de la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI) de la Universidad Veracruzana, por jóvenes enmascarados que se decían estudiantes inconformes con el proceso de designación del rector. La información que recibimos los cerca de 200 consejeros, funcionarios y empleados de la universidad que nos encontrábamos ahí, era de que estaban armados. Como están las cosas en el país, tampoco era para dudarlo, por lo que por elemental prudencia nos pidieron permanecer en el sitio.
Durante ese rato circuló un desplegado que solicita el retiro del Dr. José Sarukhán de la Junta de Gobierno, que se auditen los diez últimos años de la UV y que se reponga el proceso. En caso contrario, amenazan con tomar todas las facultades de los diferentes campus de la Universidad los próximos días.
                El deplorable episodio perturbó la realización del acto solemne del informe del rector al Consejo General Universitario y provocó la cancelación del concierto de la Orquesta Sinfónica de Xalapa programado en la Sala de Conciertos Tlaqná. Se trata de un acto reprobable que pone de manifiesto que el proceso de designación ha afectado poderosos intereses, con capacidad para orquestar alevosamente una intromisión de tal magnitud. El gobierno del estado de Veracruz debiese ser el principal interesado en esclarecer satisfactoriamente los hechos, para deslindarse de los mismos y que no queden impunes.
¿Qué es lo que puede haber molestado tanto a la mano que mece esa cuna? La demanda de reposición del proceso es un indicativo de que esos inconfesables intereses se han visto vulnerados con las decisiones de la Junta de Gobierno, al designar a los cinco distinguidos académicos que se encuentran en la recta final del proceso de designación.  Ello hace también evidente lo acertado del criterio aplicado por la Junta de considerar para quien ocupe el cargo de rector la “independencia real y manifiesta ante los intereses económicos y políticos, de modo que pueda representar efectivamente la autonomía de la Institución”.
Conozco personalmente al Dr. Sarukhán desde hace más de veinticinco años desde que era Coordinador de la Investigación Científica de la UNAM y he podido dar fe de su honorable y escrupuloso desempeño en todos los cargos académicos que ha ocupado, incluyendo el de haber sido rector de la UNAM. De ahí que quienes solicitan su retiro de la Junta de Gobierno es porque se han de sentir amenazados de que sus decisiones no respondan a sus aviesos fines.
¿Por qué hasta esta fase del proceso es que han considerado que el ser Coordinador Nacional de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, contraviene la normatividad universitaria? Al parecer el reconocimiento de la dignidad de los miembros de la Junta de Gobierno y el acatamiento irrestricto de sus decisiones, procede si y sólo si se inclinan en favor de ciertos intereses.
Me ha llamado también la atención el reiterado ataque al rector Raúl Arias y la acusación de que es quien ha promovido la candidatura del doctor Porfirio Carrillo, como si éste no tuviera los méritos profesionales propios para competir por el honroso cargo. Ello no hace más que confirmar que la posibilidad de que el doctor Carrillo pudiese ser el próximo rector atenta contra los intereses que intentan violentar la autonomía de la UV y ratifica que él es el candidato idóneo.


[1] Publicado en la Jornada Veracruz, el sábado 24 de agosto de 2013.
[2] Coordinador de la Cátedra UNESCO-UV “Ciudadanía, Educación y Sustentabilidad Ambiental del Desarrollo”. http://edgargonzalezgaudiano.blogspot.mx

La Cátedra UNESCO de la Universidad Veracruzana



La Cátedra UNESCO de la Universidad Veracruzana[1]

Edgar J. González Gaudiano[2]

Hay sólo veinte Cátedras UNESCO en todo el país de las cuales cuatro están en la UNAM y tres en la Universidad de Guadalajara. Las trece restantes se encuentran en sendas instituciones de educación e investigación públicas y privadas. Los temas de las mismas son muy variados: derechos humanos; género, liderazgo y equidad; agua; universidad e integración regional; TIC; bioética; patrimonio cultural intangible; gestión del hábitat y educación intercultural, por citar algunos. México es uno de los tres países de América Latina que cuentan con el mayor número de Cátedras UNESCO.
El Programa UNITWIN y de Cátedras UNESCO fue puesto en marcha en 1992. UNITWIN es la abreviatura de University Twinning and Networking Scheme (plan de hermanamiento e interconexión de universidades). Hoy en día, este programa es la actividad concreta intersectorial más importante de este organismo multinacional en el ámbito de la educación superior; cuenta con alrededor de 715 Cátedras UNESCO y 69 redes interuniversitarias establecidas en 131 países. El Programa UNITWIN y de Cátedras UNESCO comprende actividades de formación, investigación y difusión del conocimiento en todos los campos. Los temas son generalmente interdisciplinarios como puede verse en el caso de México.
La mayoría de las Cátedras UNESCO existentes en el país se encuentran localizadas en el centro y occidente del territorio nacional. El estado de Veracruz tiene registradas dos, ambas de reciente creación: la Universidad Veracruzana tiene desde 2012 la Cátedra UNESCO “Ciudadanía, Educación y Sustentabilidad Ambiental del Desarrollo” y el INECOL desde 2013 la de “Reservas de la Biosfera y Ambiente Urbano”.
El proceso de reconocimiento de una Cátedra por parte de la UNESCO es complicado y largo; suele llevar de dos a tres años de gestiones hasta la firma del convenio con la institución promovente, ya que involucra una serie de indagaciones que acrediten la seriedad de la institución y las condiciones de su permanencia. No todas las propuestas son aprobadas y el convenio se renueva cada dos años. Asimismo, hay una Red Nacional de Cátedras UNESCO que sesiona cada año y es respaldada por la Oficina de la UNESCO en México y la Comisión Nacional para la UNESCO, adscrita a la SEP.
La Cátedra UNESCO de la Universidad Veracruzana, ubicada en el Instituto de Investigaciones en Educación, inició sus actividades en 2010 desde que era proyecto de Cátedra, organizando diferentes actividades tanto de carácter permanente como eventual. Aunque somos una de las Cátedras en el país con mayor número de actividades a lo largo del año, durante estos tres años en que he fungido como su coordinador no he podido posicionarla bien al interior de la institución. Todavía hoy muchos académicos e incluso funcionarios creen que la Cátedra es un curso o actividad específica. Prevalece en esta confusión el significado tradicional de cátedra y catedrático.
En realidad una Cátedra UNESCO es un dispositivo que tiene la finalidad de desarrollar la cooperación entre universidades y universitarios para fortalecer la construcción y el intercambio de conocimiento. Es una especie de sello académico que garantiza que las actividades cobijadas por él tienen un alto nivel.
 Por lo anterior y aprovechando el cambio de gobierno en la Universidad Veracruzana tengo el propósito de relanzar la Cátedra en la institución, creando un consejo coordinador con representantes de los diferentes campus que permitan cubrir no sólo el amplio espectro temático de nuestra Cátedra, sino organizando actividades que beneficien a un mayor número de miembros de la comunidad universitaria. Es un esfuerzo que vale la pena. Espero que este propósito sea respaldado por las nuevas autoridades.






[1][1] Publicado en La Jornada Veracruz, este lunes 26 de agosto de 2013.
[2] Coordinador de la Cátedra UNESCO-UV “Ciudadanía, Educación y Sustentabilidad Ambiental del Desarrollo”. http://edgargonzalezgaudiano.blogspot.mx

martes, 20 de agosto de 2013

El equipo de trabajo del nuevo rector de la Universidad Veracruzana


El equipo de trabajo del nuevo rector de la Universidad Veracruzana [1]

 Edgar J. González Gaudiano [2]

 Con la publicación de la lista de los cinco finalistas para la designación del nuevo titular de la rectoría de la Universidad Veracruzana se cerró una importante fase del proceso, en la que la participación de la comunidad universitaria fue el ingrediente principal. En la fase en la que ahora nos encontramos, el peso lo tiene la capacidad de cada candidato o candidata de construir un programa de trabajo viable para los próximos cuatro años y en congruencia con el Plan General de Desarrollo 2025 de la institución.

La clave de tal congruencia es una propuesta que apuntale consistentemente la visión de la institución al año 2025, cuyo primer párrafo condensa los principales atributos: “La Universidad Veracruzana será una institución pública de educación superior fundamentada en la normatividad integral actualizada y en un sistema en red de campus universitarios con presencia en las cinco regiones, con una organización académica y administrativa plenamente desconcentrada que permita la articulación de docencia-investigación-vinculación con programas académicos acordes a las necesidades locales y de cada región, constituyendo un sistema universitario que se ha consolidado como palanca de desarrollo de nuestro estado y del país, y que genera conocimiento para su distribución social”.

Conseguir lo anterior implica una propuesta de trabajo que le dé continuidad al importante proceso de transformación institucional emprendido durante la última década, sin continuismo; un programa que consolide los logros alcanzados y encare los desafíos con los bríos de un equipo académico renovado y renovador, integrado por gente perspicaz con ideas frescas y capacidades complementarias; un grupo multidisciplinario de universitarios y universitarias con un indiscutible carisma y aceptación institucional, que sepa proyectar su principal esfuerzo hacia las regiones cuyo fortalecimiento habrá de ser un punto nodal del programa, como se infiere del párrafo de la visión citado.

Por lo mismo, la decisión de quienes han de integrar el equipo de trabajo de la próxima administración es una de las decisiones más trascendentes en este momento. Los hombres y mujeres que integren el círculo más cercano al rector permitirán no sólo definir la viabilidad del programa de trabajo, sino anticipar el estilo de gobierno para el periodo. Es la oportunidad para que los nuevos rostros hagan creíble la oferta de cambios y aporten sinergia al nuevo ciclo institucional.

No sé si los miembros de la Junta de Gobierno preguntarán durante la entrevista con cada candidato quiénes integrarán o pretenden proponer para integrar ese círculo cercano, pero constituye una información relevante para la decisión o debería constituirla. La capacidad de conjuntar un equipo de trabajo que cumpla con el perfil arriba enunciado en términos generales, es un indicador sustantivo de la madurez de quien quiere conducir la nave institucional. Poder abstraerse de los devaneos de aquellos que con seguridad ya asedian a los candidatos en busca de un interés más personal que institucional, es fundamental para encontrar el balance en la composición del grupo.   

 Yo estoy convencido de que el doctor Porfirio Carrillo Castilla es el candidato que cuenta con las más altas credenciales para conjuntar el mejor equipo para operar el programa de trabajo que presente. Pero presumo que es el que está bajo las mayores presiones de un grupo cerrado que no admite la incorporación de la gente nueva que requiere la próxima gestión. Démosle el respaldo necesario para que tenga la fortaleza de encontrar el balance y pueda asumir las decisiones correctas para la vida de la Universidad Veracruzana.   

 

 

 



[1] Publicado en La Jornada Veracruz, el miércoles 21 de agosto de 2013.
[2] Coordinador de la Cátedra UNESCO-UV “Ciudadanía, Educación y Sustentabilidad Ambiental del Desarrollo”. http://edgargonzalezgaudiano.blogspot.mx

lunes, 12 de agosto de 2013

Razones por las que Porfirio Carrillo debe ser el rector de la Universidad Veracruzana

Razones por las que Porfirio Carrillo debe ser el rector de la Universidad Veracruzana[1]

Edgar J. González Gaudiano[2]

El proceso de cambio de titular en la rectoría de la Universidad Veracruzana ha entrado en una nueva fase. Avanza la auscultación en las regiones y están por decantarse las candidaturas más fuertes. En una semana se elegirá la “terna” que, según ocasiones anteriores, puede estar integrada por entre tres y cinco aspirantes. He leído las propuestas sintéticas y declaraciones en los medios de algunos de ellos. Incluso he asistido a una que otra presentación. Afirmo sin rodeos que al menos en mi caso no he recibido línea alguna; como quiera no me prestaría a ninguna “cargada”.
                En este proceso para mí novedoso en la UV, he podido observar casos de autopromoción en medios como si se tratara de una votación, planteamientos que contravienen la legislación universitaria vigente y amenazas de recurrir a tribunales de darse ciertos resultados. Por fortuna, las descalificaciones han sido las menos y ha podido mantenerse una atmósfera de sensatez y mesura e incluso hasta de cierta urbanidad democrática. Es de desearse que así continúe y se eviten las campañas de lodo a que nos tiene acostumbrados la clase política partidista.
                En este marco quiero hacer una declaración pública de por qué considero que el Dr. Porfirio Carrillo Castilla es el mejor candidato entre todos los postulantes. Sin conocerlo mucho a título personal, en estos casi cuatro años de labores en la UV lo he tratado en su calidad de secretario académico y no me ligan componendas de ningún tipo, ni promesas de cargo alguno.
Entre sus pronunciamientos, el Dr. Carrillo ha enfatizado su compromiso por la transparencia y la honestidad, así como el ejercicio participativo y eficiente que sería su gestión; respalda el carácter público y autónomo de la institución y se empeñará en mantenerla como un espacio incluyente, tolerante, abierto a las expresiones sociales y culturales y donde se valore la diversidad. Entre sus propuestas están crear una procuraduría universitaria para vigilar el ejercicio del gasto; reubicar la dirección de planeación en la Secretaría de Finanzas y Administración; proponer ternas para definir que los cargos más importantes sean definidos no por el rector, sino por la junta de gobierno; planear el retiro, la jubilación digna y la descentralización de las regiones ampliando la oferta educativa y desconcentrando decisiones; rediseñar la administración en función de la academia; así como respetar irrestrictamente la línea de mando institucional, entre varios otros.
                He percibido una actitud mesurada que nos hace ver que no todo sería “borrón y cuenta nueva”, como ocurre cada fin de gestión en los tres niveles de gobierno de la república con el recurrente desperdicio de recursos y pérdida de potencial humano: propone evaluar, reforzar aquello que ha estado bien y emprender un proceso de “destrucción creativa” de lo que no funcione; aquí recuperando la noción acuñada por el sociólogo alemán Werner Sombart (aunque suele atribuírsele, al economista austriaco Joseph Schumpeter por ser quien la difundió a través de su clásico libro Capitalismo, socialismo y democracia de 1942).
                Sin embargo, en función del espacio disponible quiero concentrarme en tres factores que considero sustantivos para decidir bien: la formación académica, la trayectoria y experiencia institucional y la propuesta de trabajo.
a)      La formación académica.- El Dr. Carrillo es, sin duda alguna, un académico consolidado. Es biólogo de formación inicial, con posgrado en ciencias fisiológicas y experiencia de investigación de las bases neurales de la conducta, así como de la ontogenia del sistema nervioso. Por ello impulsó la creación del Laboratorio de Neurobiología del Desarrollo del Instituto de Neuroetología de la UV. Ha sido miembro del Sistema Nacional de Investigadores. Cuenta con más de dos docenas de publicaciones especializadas de alto nivel, así como experiencia docente y de investigación en varias instituciones de educación superior; ha recibido reconocimientos de su gremio y es miembro de las más acreditadas organizaciones internacionales en su campo. Tener un perfil académico vigente es fundamental para ocupar el cargo más alto en la UV. No queremos advenedizos conduciendo el destino de esta valiosa institución que pudieran verla como trampolín para otros fines.
b)      Trayectoria y experiencia institucional.- El Dr. Carillo ha recorrido la escala completa de los nombramientos en el área de investigación, comenzando como Técnico Académico Asociado "B" en el Centro de Investigaciones Biológicas, convirtiéndose después de una sucesión de doce años en Investigador Titular "C" en el Laboratorio de Neurobiología del Desarrollo, hasta fungir como Coordinador de la Maestría y Doctorado en Neuroetología. A nivel de experiencia en puestos de mando superior en la UV, ha sido Director General de la Unidad de Estudios de Posgrado (2006-2009) y Secretario Académico (2009-2013). Es fundamental haber empezado desde abajo y contar con una experiencia reciente de alta dirección en la UV, porque la institución ha cambiado sustantivamente su fisonomía en la última década. Los problemas son distintos, las soluciones habrán de serlo también. No todo depende de obtener más recursos.
c)       Propuesta de trabajo.- Entre los planteamientos que personalmente considero fundamentales están: posicionar a la docencia de calidad y la producción de conocimiento como ejes de la transformación universitaria; mejorar la docencia vinculándola más estrechamente con la investigación; generar enclaves de investigación de alto nivel en las regiones; consolidar las líneas de investigación y cuerpos académicos; definir redes de investigación prioritarias e impulsar proyectos multidisciplinarios orientados a activar la calidad de vida de Veracruz, así como generar un programa especial de estímulo a la investigación y vinculación a fin de que estudiantes y profesores promuevan el desarrollo sustentable de sus comunidades.
El doctor Carillo valora la autonomía como condición imprescindible para el trabajo académico y para dar respuestas acordes con la confianza social e institucional que se ha depositado en la Universidad. Es un convencido de la importancia que revisten los estudiantes como fuerza motriz del cambio y se propone realizar una gestión receptiva de la crítica, atenta a las propuestas de la comunidad.
Es, como sintéticamente puede verse, un proyecto de universidad que vale la pena respaldar.



[1] Publicado en La Jornada Veracruz, este lunes 12 de agosto de 2013, pág. 8.
[2] Coordinador de la Cátedra UNESCO–UV “Ciudadanía, Educación y Sustentabilidad Ambiental del Desarrollo”. http://edgargonzalezgaudiano.blogspot.mx

martes, 6 de agosto de 2013

Los ricos y los pobres: ¿una cuestión de percepciones?


Los ricos y los pobres: ¿una cuestión de percepciones?

 Edgar J. González Gaudiano [1]


A mediados de los años ochenta viviendo en un zona habitacional del poniente de la Ciudad de México, la Unidad Plateros -la cual dio origen a la famosa pandilla de Los Panchitos, cuyos miembros ahora ya deben ser abuelos-, tuve un incidente que marcó mi conciencia social para toda la vida.

Ocupaba un modesto apartamento de dos habitaciones en un tercer piso de una de las torres de la unidad, que era lo que podía pagar con mi sueldo de joven profesor de la UNAM. Un día tocaron la puerta y al abrirla estaba un niño de unos ocho años de edad, que pedía ropa usada para su familia. Era algo común porque cerca de la unidad Plateros había un tiradero de basura por los rumbos de Lomas de Tarango,  en el que laboraban familias enteras separando desechos en condiciones muy precarias. Mientras buscaba la ropa para darle, el niño se asomó al departamento y después de darle lo que pude juntar, me comentó: ¡En esta casa viven ricos! ¿verdad?. Yo balbucee una negativa y se fue, dejándome en un estado de perplejidad.

En esa época la pasaba bastante mal, no tenía ni siquiera un vocho usado para desplazarme hasta la ENEP Zaragoza donde impartía mis clases e invertía casi tres horas en ir y volver, lo que por cierto aprovechaba para revisar tareas y exámenes. Pero el incidente con el niño me hizo ver que ante los que no tenían absolutamente nada, alguien como yo necesariamente debía ser rico. Esa era la magnitud de la desigualdad entre la clase media baja y la población indigente.

Las cosas no han de haber cambiado mucho en esos treinta años, puesto que hace unos días me ocurrió algo similar. Justo la semana pasada en que se publicaron los terribles resultados del Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social 2013 (CONEVAL) sobre la pobreza en México. Esos que dieron a conocer que había 53.3 millones de habitantes en alguna situación de pobreza en el país, 45.5% del total, donde los cinco estados más pobres son Oaxaca, Guerrero, Chiapas, Veracruz y Puebla, si bien en los cuatro primeros la pobreza extrema tuvo una pequeña reducción.

 Un descarnado marco donde los jóvenes urbanos son precisamente el sector más vulnerable, porque los programas sociales no les llegan y ven ante sí una progresiva reducción de sus posibilidades de seguir estudiando o de acceder a un empleo. Hay 21.2 millones de jóvenes y niños menores de 18 años en condiciones de pobreza, de los cuales casi 5 millones están en pobreza extrema.

Uno de esos jóvenes me comentó: ¡En este país sólo hay ricos y pobres! Yo traté de explicarle algo sobre los estratos socioeconómicos de la población, sin pretender ocultarle la obscena desigualdad social ni la situación de enorme precariedad en que está postrada la mayoría de la gente. Pero él lo veía de una manera más simple: ¡Si tienes un empleo decente, tienes posibilidades de hacerla; si estas desempleado o apenas ganas para malcomer y desplazarte, no cuentas con ninguna posibilidad de salir aunque te esfuerces y seguirás siendo pobre por el resto de tu vida! ¡Sólo nos queda irnos pa’l otro lado, cosa cada vez más difícil, quedarnos en la economía informal o entrarle a la delincuencia! ¡Esas son nuestras opciones!

Nuevamente como hace treinta años me quedé perplejo. Sobre todo por la manera tan brutal como percibía su propia situación y la de muchos de su generación.

A finales del año pasado hicimos una reforma laboral, una de las reformas estructurales que detonarían el crecimiento y no estamos mejor que hace un año; estamos ante la proximidad de una reforma energética; una pírrica reforma educativa, una fiscal, otra financiera y las que se acumulen mientras dure el Pacto por México. ¿Será que estas reformas lograrán cambiar la condición de anomia en la que nos encontramos, es decir, de ausencia de programas efectivos, normas y políticas de la estructura social para proveer a las grandes mayorías de lo básico para lograr las metas de la sociedad? o ¿Seguirá la clase política encerrada en su laberinto en busca de prebendas para mantener sus onerosos privilegios mientras el país se les escurre como arena entre los dedos?

  

 



[1] Coordinador de la Cátedra UNESCO – UV “Ciudadanía, Educación y Sustentabilidad Ambiental del Desarrollo”. http://edgargonzalezgaudiano.blogspot.mx
Publicado en La Jornada Veracruz, el martes 6 de agosto de 2013.