viernes, 24 de junio de 2016

Vigilia ciudadana*

Edgar J. González Gaudiano**

Los hechos de Nochixtlán son inaceptables. Se suman a una demasiado larga secuela de acontecimientos que no han sido satisfactoriamente explicados y sancionados, entre los que en los años recientes se encuentran Ayotzinapa, Tlatlaya, Apatzingán, Tanhuato, San Fernando y los numerosos homicidios y desapariciones forzadas en Veracruz y Tamaulipas, por citar unos cuantos ejemplos que no terminan de dar cuenta del horror que padece la población civil. Debido a eso es que periódicamente se repiten, siempre con saldos que vuelven a indignar al país y desacreditarlo aún más ante la opinión pública internacional. Vivimos un Estado de práctica barbarie, donde la vida no vale nada.

No creemos, ni creeremos, los resultados de una investigación emprendida por el gobierno en este nuevo caso. Ni tampoco en las promesas de llevar a juicio a los responsables. Los sucesos mencionados arriba y sus consecuencias se encargan de demostrarlo fehacientemente. Aún con compromisos internacionales suscritos para que comisiones de expertos coadyuven con procesos de investigación, como el sonado caso del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes para esclarecer los hechos de Ayotzinapa, el metabolismo del sistema corrupto y corruptor existente se ha encargado de poner trabas, alterar evidencias y sembrar culpables para evitar que cumplieran su misión. Es en palabras de Magdalena Gómez, todo un cuadro de impunidad sistémica. ¿Cómo podemos suponer que ahora será diferente?

La estrategia es siempre la misma: a) negar los hechos; b) refutar responsabilidades gubernamentales; c) descalificar la evidencia que los desmiente; d) culpar a injerencias extrañas y victimizarse; e) introducir distractores en las redes sociales; f) desplegar una campaña de medios que justifique sus acciones y confunda a la población tornando opacas las responsabilidades; y g) ofrecer una investigación imparcial y expedita para castigar con todo el peso de la ley. ¿Cómo podemos creerles?
Necesitamos poner en marcha una vigilia ciudadana para impedir que este nuevo caso vuelva a quedar impune. No podemos permitir la fabricación de responsables imputando sólo a quienes cumplían órdenes superiores y menos aún, incriminando a las víctimas. Es preciso esclarecer toda la cadena de mando de la policía estatal y federal, para saber quién o quiénes ordenaron disparar. La cadena de principio a fin.

Una insurrección civil por crispada que sea no puede pretender controlarse disparando contra la multitud. Es criminal. Incluso el uso de la fuerza como recurso extremo debe sujetarse a los principios de proporcionalidad y razonabilidad, evitando violaciones al derecho a la vida y la integridad, como señala el comunicado de la ONU-DH en relación con este incidente.

En cualquier otro lugar del mundo civilizado esto ya hubiese tenido consecuencias a nivel del gobernador del estado y de quienes se encargan a nivel federal de la seguridad interna. Aquí no. Las autoridades hacen mutis, alargan las cosas confiando en que el tiempo cura todo y dejan pudrirse los procesos mientras crece el resentimiento social. Es su peculiar manera de gobernar. También debería haber consecuencias para quien ha generado este problema por su comportamiento antipolítico y obsesiva tozudez: el secretario de Educación.

Los grupos en el poder se ilusionan en que la memoria colectiva es muy corta y que un nuevo acontecimiento deportivo, artístico o algún escándalo mediático desviará la atención pública. No entienden nada. Son refractarios a aprender de la experiencia. Por eso, resultados como los del 5 de junio pasado les caen de sorpresa, incluso a los que ganaron. El país está evolucionando rápidamente hacia una situación de gran desesperación y los grupos gobernantes sólo siguen pensando en postergar decisiones. O en desnaturalizarlas como está ocurriendo con la ley 3 de 3.

Después de ver cómo individuos como Tomás Zerón, Javier Duarte, Humberto Moreira, César Duarte y Rodrigo Medina, por citar sólo unos cuantos, contra los que existen pruebas documentales de sus felonías permanecen en sus puestos o se han ido a sus casas sin ser molestados por la autoridad, uno no puede creer en la justicia en este país. Esta se aplica a discreción según el criterio de si eres amigo o enemigo definido, no como distinción específica del concepto de "lo político", como señala Carl Schmitt, sino por la pertenencia a la propia red de complicidades e impunidades. Eso no es justicia.


No podemos permitir más esto. Nunca más. Instalemos una vigilia ciudadana utilizando las redes y todos los recursos a nuestro alcance para estar alertas, para denunciar, para cuestionar, para ejercer presión, para deslindar claramente lo que a cada quien corresponda, para evitar que otra vez vuelvan a eludirse las responsabilidades criminales de los miembros del gobierno que se encuentran implicados.

*Publicado en La Jornada Veracruz el 24 de junio de 2016.
**Académico del Instituto de Investigaciones en Educación de la Universidad Veracruzana.

miércoles, 1 de junio de 2016

Una universidad a toda marcha*

Edgar J. González Gaudiano**

En medio del fragor de la campaña electoral y del reclamo para que el gobierno del estado le restituya los recursos financieros que legalmente le corresponden, la Universidad Veracruzana se encuentra trabajando a todo vapor. Más allá de las ferias, premios, certámenes y exhibiciones dirigidas a la comunidad universitaria y al público en general, hay resultados que no son tan visibles incluso para otras áreas de la propia Universidad, por eso me permitiré mostrar un ejemplo que para el Instituto de Investigaciones en Educación es significativo y nos llena de orgullo.
El Doctorado en Investigación Educativa se inició en agosto de 2009. En sólo siete años ha alcanzado el nivel consolidado en el Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt); nivel que pocos programas alcanzan. Ese reconocimiento fue otorgado debido a resultados espectaculares en materia de egreso y al despliegue de un programa académico avanzado a cargo de una planta de académicos comprometidos con su trabajo.
En efecto, desde su creación el doctorado han terminado 21 alumnos de los cuales se han titulado 16, 10 de ellos entre agosto de 2015 y junio de 2016. Estas cifras representan 76% de eficiencia terminal.
Los buenos programas académicos lo son no sólo por la calidad de sus profesores, sino también por la de sus estudiantes. Por eso, más importante que las cifras mismas son los temas de investigación. Por ejemplo los siguientes: Educación ambiental en el sector turístico: El caso de un grupo de hoteleros de Playa de Chachalacas, Veracruz (Astrid Wojtarowski Leal); Un estudio sobre la percepción del riesgo de poblaciones vulnerables al cambio climático en la cuenca del Papaloapan (Brenda Ávila Flores); Los Herederos de Achaneh: educación intercultural y diálogo de saberes en la documentación audiovisual de prácticas tradicionales sustentables en el sur de Veracruz (Juan Carlos Antonio Sandoval Rivera); Apropiación tecnológica de los estudiantes universitarios por modalidad educativa: los casos de México, Guatemala y Venezuela (Katiuska Fernández Morales); El efecto ideológico del MEIF-UV para la estructuración del orden simbólico institucional (Erick Hernández Ferrer); Formación e iniciación profesional de intérpretes de lenguas nacionales mexicanas para la justicia: el caso de Puebla (Cristina Victoria Kleinert); Racismo y Educación Superior: estudiantes indígenas en dos centros universitarios de la Universidad de Guadalajara, Jalisco en un marco de políticas interculturales (Gisela Carlos Fregoso); Políticas para la sustentabilidad en las instituciones de educación superior: análisis de tres universidades públicas mexicanas (Cynthia Nayeli Martínez Fernández); entre otros, que hacen evidentes las aportaciones a la generación de conocimiento y la resolución de problemáticas nacionales.
Una de nuestras alumnas egresadas obtuvo su doctorado con doble titulación entre la Universidad Veracruzana y la Universidad de Amberes, Bélgica; tenemos un convenio con la Universidad Aristotélica de Tesalónica, Grecia, para otra doble titulación en breve. En los jurados de examen han participado académicos de numerosas instituciones de alto nivel internacional y nacional, entre varias otras: UNED-España, Cambridge-Inglaterra, Adam Mickiewicz-Polonia; Católica de Río Grande del Sur-Brasil; Camilo José Cela-España; UNAM; Cinvestav-IPN; UIA-Puebla; UPN; Ciesas-DF; INLI; INAH; UABC; UVI. Tenemos una alta movilidad estudiantil internacional.
El Instituto cuenta con una planta de profesores en la que 70% son miembros del Sistema Nacional de Investigadores, 88% tienen el Perfil Deseable Prodep y 80% participan del Pedpa. Además del doctorado se ofrecen tres maestrías, todas en el PNPC.
Todo ello se dice muy rápido, pero detrás de estos logros hay un esfuerzo persistente en el que hay que vencer atavismos, celos y obstáculos de diverso tipo. Tal vez 16 nuevos doctores parezcan pocos y en realidad lo son, pero hay que considerar que según indicadores internacionales (Ricyt) México en 2013 apenas logró poco más de 5000 nuevos doctores en todas las áreas de conocimiento. España produce el doble y Brasil el triple.
Como el Instituto hay otras entidades académicas poniendo lo mejor de sí. La Universidad Veracruzana está en marcha permanente. Contribuimos al desarrollo científico y tecnológico nacional y del estado. Es nuestra obligación. Por eso exigimos respeto y un trato digno que no obstruya alcanzar los nobles fines para los que fue fundada. Es nuestro derecho.

*Publicado en La Jornada Veracruz el 1 de junio de 2016.
**Académico del Instituto de Investigaciones en Educación de la Universidad Veracruzana.