jueves, 28 de enero de 2016

El Senado y el cambio climático

El Senado y el cambio climático[1]

Edgar J. González Gaudiano[2]

Desde mediados del mes de diciembre pasado he venido escuchando en radio y televisión una campaña impulsada por el Senado sobre el cambio climático. Se trata de un spot en el que después de algunos pocos datos sobre el incremento de la temperatura a nivel global y una serie de imágenes sobre la posible desaparición de playas (solamente), promueve un conjunto de manoseadas recomendaciones sobre el uso del automóvil, el ahorro de energía y el reciclaje; concluye con el slogan de que juntos podemos cambiar. 
Tanta repetición ha terminado por molestarme, porque sé que son campañas caras y que nunca son evaluadas para conocer su efectividad, aunque varios estudios han demostrado que las de este tipo son como llamadas a misa en territorio islámico.
Quizá haya quienes piensen que es positivo que nuestro Senado se pronuncie sobre un tema sin duda vital. Pero si lo pensamos bien, se trata de publicidad vacía. Algo muy distinto sería que el Senado hiciera una campaña informando lo que está haciendo en materia legislativa para combatir el cambio climático, porque hay mucho por hacer en esa materia y nadie puede hacer lo que tienen que hacer los senadores y senadoras de la República.
Pero promover una campaña durante el mes y medio que lleva en el aire recomendando lo que muchas otras han dicho sin efecto alguno, de manera sesgada y anodina, sólo porque se quiere quedar bien engatusando a la opinión pública al abordar temas que preocupan a la gente, me parece una vacilada.
Como ciudadano exijo que se pongan a trabajar en lo que les corresponde. Efectivamente, juntos podemos cambiar pero cada quien en lo que tiene que hacer, puesto que hay responsabilidades diferenciadas. La de Uds. es mayúscula.
¿Quieren hacer algo por el cambio climático? Ahí tienen el caso de Tajamar en Cancún.
Por si no lo saben, la destrucción de manglares no sólo viola una ley que el Senado aprobó, sino que atenta contra la protección de esas playas que tanto les preocupan (al menos en el spot) e incrementa la vulnerabilidad de la población y del ecosistema en su conjunto frente a los embates precisamente del cambio climático.
Ahí tienen también, señores senadores y señoras senadoras,  la explotación de gas de esquisto en cientos de pozos, la minería a cielo abierto, el problema del rio Sonora, solo por mencionar unos cuantos ejemplos de lo que es una la destrucción progresiva e incesante del patrimonio natural del país que tanto promocionan en el extranjero.
Ahí tienen a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales autorizando lo que por ley no puede autorizarse ¿Por qué no citan a ese incompetente secretario a que explique por qué está haciendo lo que hace y porqué no hace lo que debiera? ¿Qué explique por qué está desmantelando áreas importantes en ese sector tan especializado, tales como la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas o el ya desaparecido Centro de Educación y Capacitación para el Desarrollo Sustentable?
Respóndanme a eso por favor en una campaña de medios.
 



[1] Publicado en La Jornada Veracruz, el jueves 28 de enero de 2016. Pág. 10.
[2] Coordinador de la Cátedra UNESCO – UV “Ciudadanía, educación y sustentabilidad ambiental del desarrollo”.  <edgargonzalezgaudiano.blogspot.mx>

miércoles, 13 de enero de 2016

Obituario: el Centro de Educación y Capacitación para el Desarrollo Sustentable*

Edgar J. González Gaudiano**

El día 18 de diciembre las actuales autoridades de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) anunciaron al 75% del personal del Centro de Educación y Capacitación para el Desarrollo Sustentable (Cecadesu) que serían liquidados y que su relación laboral concluía el 31 de diciembre próximo. Después del aviso les suspendieron el uso de sus computadoras.
Con este acto de los funcionarios de esta Secretaría, vinculada con el Partido Verde, concluye una etapa de 20 años, ya que el Cecadesu fue creado en 1995.
Es verdad que la decadencia de este centro había empezado antes, derivado de las malas decisiones que se tomaron primero durante los dos gobiernos panistas y luego con el regreso del PRI al poder.
Las estrategias han sido muy evidentes. Primero, se nombraron a los directivos más ineptos que podían encontrar. Luego se desmantelaron los equipos técnicos. Con los cambios, se designaron personas sin verdadero interés ni capacidad y se fue cerrando el apoyo institucional y el presupuesto de operación. Pudo levantarse durante una breve temporada con Salvador Morelos al frente, pero fue como el canto del cisne. Finalmente, vino el Verde y la liquidación.
Es una pena. En el año 2000 el Cecadesu era una institución acreditada nacional e internacionalmente. Operaba la revista de educación ambiental en español mejor posicionada en el mundo. Era un centro certificado en ISO-9002. Tenía cerca de 200 convenios activos con instituciones académicas y organizaciones no gubernamentales. Ofrecía un exitoso programa de becas para la capacitación técnica de funcionarios de todo el país, incluyendo al personal de los órganos desconcentrados (INE, Profepa, IMTA, Conagua, etc.). Operaba el premio al mérito ecológico y asesoraba al premio al mérito forestal y al de conservación. Desarrollaba proyectos en alianza con numerosas organizaciones e instituciones. Trabajaba con la SEP en el fortalecimiento de los libros de texto en materia de educación ambiental. Con la ANUIES impulsó el Plan de acción para el desarrollo sustentable en las instituciones de educación superior. Impulsó la creación de la Academia Nacional de Educación Ambiental y del Consorcio Mexicano de Programas Ambientales Universitarios para el Desarrollo Sustentable (Complexus), entre otras muchas acciones. Julia Carabias, la entonces secretaria de medio ambiente, recursos naturales y pesca, me comentó alguna vez que el Cecadesu era la cereza del pastel de la gestión.
Lo curioso fue que con el gobierno de Vicente Fox el desarrollo sustentable era la supuesta columna vertebral de toda la acción gubernamental. La Semarnat (ya le habían suprimido al sector pesquero) participaba en los gabinetes económico, social y político. Por su parte, Felipe Calderón incorporó por primera vez a la educación ambiental en el plan nacional de desarrollo. A ninguno de los dos gobiernos panistas le interesaba en realidad la educación ambiental. Ahora, el PRI le entrega la conducción de la Secretaría al Verde con los resultados catastróficos que sufrimos todos los días y que serán heredados a las próximas generaciones.
Después de recibir la noticia de la desaparición del Cecadesu me entró una profunda tristeza. No sólo por lo que le ha sucedido a esta otrora prestigiada institución, sino porque es un reflejo claro de lo que le está ocurriendo a todo el país. Gobiernos van y vienen y son incapaces de detener la vertiginosa trayectoria de colisión que llevamos. Estamos cada vez peor. No tenía ánimo siquiera de escribir esta nota, pero no podía simplemente dejar pasar esta noticia sin hacer un comentario luctuoso, toda vez que tomar esta decisión en estas fechas supone que es para que nadie entere. Como lo hace siempre el Verde a la sorda, en lo oscuro, sin explicación alguna.
Pobre Cecadesu tan lejos de las prioridades institucionales, tan cerca del Verde.

*Publicado en La Jornada Veracruz, 22 de diciembre de 2015
**Director del Instituto de Investigaciones en Educación de la Universidad Veracruzana <edgagonzalez@uv.mx>