jueves, 10 de marzo de 2016

Universidad Veracruzana: Un paso adelante

Universidad Veracruzana: un paso adelante[1]

Edgar González Gaudiano[2]

El pasado viernes 4 de marzo se celebró la sesión extraordinaria del Consejo Universitario General de la Universidad  Veracruzana, a fin de definir la postura de la más alta autoridad institucional de cara a los problemas financieros por los que atraviesa nuestra casa de estudios.
La sesión era urgente porque hasta ese día la institución había actuado reactivamente a las iniciativas del gobierno y era preciso ponerse un paso adelante convocando a una serie de medidas para organizar una protesta ordenada, pero muy firme, ante un ejecutivo estatal con pretensiones de doblegar a la principal universidad del estado, condenándola a un presente y futuro lleno de carencias y precariedades.
Fue una sesión interesante y muy participativa que dio cuenta de la situación de zozobra en la que nos encontramos. Se aprobó continuar con las acciones legales emprendidas; rechazar la propuesta de 3% del presupuesto del estado para dar “autonomía presupuestal” a la UV y la reducción del presupuesto de 2016, así como la propuesta de reforma al artículo 98 de la Ley del Instituto de Pensiones del Estado, que le impondría a la UV mayor presión al sustituir al estado como deudor solidario para el pago de pensiones y jubilaciones. Asimismo, se aprobó convocar a una marcha el jueves 10 de marzo para manifestarnos en la calle por los agravios cometidos contra la institución, así como elaborar un pronunciamiento público, hacer platones, trabajar bajo protesta y crear una comisión de enlace con los legisladores para discutir la reforma al artículo 98, la reducción presupuestal y la autonomía financiera de la Universidad. Todas excelentes medidas para darle visibilidad política y mediática al movimiento.
No estuve, sin embargo, de acuerdo en restringir las manifestaciones públicas durante el periodo electoral ante el temor de que la lucha de la UV pueda ser contaminada por las campañas de los partidos. Me parece un error suspender nuestra manifestación en la calle durante abril y mayo, ya que son meses críticos para avanzar en la resolución de nuestros problemas financieros. La simultaneidad de ambos procesos hace inevitable la convergencia de los mismos. Lo que tendríamos que pensar es cómo aprovechar esta situación en nuestro favor comprometiendo a los candidatos de todos los partidos a que se pronuncien —lo que de hecho ya está ocurriendo—, así como para que el gobierno federal se decida a intervenir de una vez por todas en esclarecer el cúmulo de irregularidades y tropelías que se han cometido y se cometen cotidianamente.  
Se rechazó también la propuesta de hacer paros activos escalonados. Creo que se entendió que era dejar de laborar y no es así. Los paros activos, pueden parecer un oxímoron, pero es una estrategia de lucha que permite involucrar a quienes se encuentran aislados y desinteresados. Suelen consistir en la interrupción breve de actividades por un par de horas para informar a la comunidad universitaria lo que está peleándose, recoger opiniones, dudas y cuestionamientos para mantener activo el movimiento. El que sean escalonados significa que un día a cierta hora le toca a una entidad y a la siguiente a otra, por lo que debe haber una instancia coordinadora.
Otras propuestas muy interesantes durante la sesión del CUG ni siquiera fueron votadas. Recuerdo una que sugirió presentar una iniciativa ciudadana que consiste en un mecanismo de democracia indirecta, ahora amparada en la Constitución, en la que ciudadanos pueden presentar iniciativas de ley sobre asuntos públicos  ̶—precisamente como cuestionar la reforma a la ley del IPE—, sin ser necesariamente representantes populares en sus respectivos congresos. Estas iniciativas de ley han de estar respaldadas por una cierta cantidad de firmas para que puedan tomarse en cuenta por las cámaras legislativas (0.2% de la lista nominal de electores en el caso del estado de Veracruz), que no creo que tuviéramos problema en reunir.
He oído comentarios de que durante mucho tiempo la UV estuvo demasiado concentrada en sí misma, por lo que resulta muy satisfactorio percibir el despertar que se observa en las últimas semanas. La defensa del presupuesto de la universidad se enmarca en una lucha por la defensa de uno de los más importantes logros del país en el siglo XX: la educación pública.
Por lo mismo, a la marcha que también reivindica ese derecho el próximo jueves 10 de marzo debiesen de sumarse otras instituciones educativas y organizaciones sociales que han sido atropelladas para romper el silencio y producir un efecto político contundente. Así, debemos ver esta marcha como una poderosa oportunidad para sumar esfuerzos con un alto significado simbólico, para visibilizar el descontento generalizado con la lacerante situación de nuestro estado y las amenazas que se ciernen sobre nuestra universidad




[1] Publicado en La Jornada Veracruz el jueves 10 de marzo de 2016.
[2] Académico del Instituto de Investigaciones en Educación de la Universidad Veracruzana.