La
educación ambiental en el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018
Edgar
J. González-Gaudiano[1]
Como ya he comentado en una entrega anterior, el
conjunto de la política ambiental se encuentra subsumida en el eje México
próspero, que refiere básicamente a los objetivos económicos con un enfoque que,
según el PND 2013-2018, se propone generar un crecimiento económico sustentable
e incluyente para propiciar un desarrollo integral y equilibrado de todos los
mexicanos. Se reconoce en el Plan que el costo económico del agotamiento y la
degradación ambiental en México en 2011 representó 6.9% del PIB, de acuerdo con
datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Mucho más que
todo lo que el gobierno gastó en educación, ciencia y tecnología en ese mismo
año.
Pese a la gravedad de esos datos,
el peso concedido a la política ambiental en el Plan es bastante precario y se
concentra en cuatro tópicos generales principales: incentivos económicos
ambientales, agua, cambio climático y patrimonio natural. En algún momento
podremos abordar con más detalle cada uno de ellos y comentar también sobre lo
que fue excluido, pero en esta ocasión y por lealtad a mi propio campo quiero
referirme a la educación ambiental.
En la Estrategia 4.4.3. “Fortalecer
la política nacional de cambio climático y cuidado al medio ambiente para
transitar hacia una economía competitiva, sustentable, resiliente y de bajo
carbono”, se encuentra la única mención a la educación ambiental en todo el
documento en la forma de una de sus líneas de acción: “Continuar con la
incorporación de criterios de sustentabilidad y educación ambiental en el
Sistema Educativo Nacional, y fortalecer la formación ambiental en sectores
estratégicos”.
Efectivamente, es importante darle
continuidad a una colaboración entre el sector ambiental y el educativo con
este fin, que se prolonga ya por dos décadas y que ha permitido fortalecer el
Sistema Educativo Nacional en esta materia, sobre todo en el nivel básico.
Sin embargo, es fundamental
hacerlo también porque hay muchos asuntos pendientes de dicha colaboración que
requieren de ser atendidos, particularmente aquellos que tienen que ver con la formación y actualización de
maestros. La incorporación de la dimensión ambiental en los distintos niveles y
modalidades del Sistema Educativo Nacional se limitó, en su mayor parte, a
reforzar los planes y programas de estudio, así como algunos materiales
didácticos.
Tal logro no es menor, pero se
restringe considerablemente si quienes han de operar estos instrumentos de
planeación y programación no están suficientemente preparados para hacerlo. Ahí
es donde se desploman todas las buenas intenciones y más si ahora se busca
otorgar mayor autonomía de gestión a las escuelas.
Y es precisamente lo que se está
constatando a todo lo largo y ancho del territorio nacional, que la Reforma
Integral de la Educación Básica (RIEB), que se puso en marcha el sexenio pasado
no está siendo bien aplicada. Maestros improvisados en educación ambiental es
la constante. Esto no sólo en la educación básica, también en el bachillerato y
la educación tecnológica, donde la sustentabilidad ha quedado reducida a su
mínima expresión. Es urgente una buena evaluación del sistema. Por lo mismo,
esta línea de acción relacionada con la educación ambiental en la Escuela, hay
que ubicarla mejor en el eje México con educación de calidad. Adquiere más sentido.
No hay educación de calidad, si no es también ambiental.
Un problema nodal reside en el
hecho de que todo lo que tiene que ver con la educación escolarizada es
jurisdicción exclusiva de la Secretaría de Educación Pública (SEP). De ahí que
la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) deberá contar
con gente muy calificada para poder cabildear con los responsables
correspondientes la manera de poner en marcha una apropiada estrategia de
formación y actualización docente en educación ambiental. Esta estrategia debiera
estar siendo incluida en la formulación del Plan Sectorial de Educación, de lo
cual no estoy seguro que así sea, por el hecho de que el enunciado fue ubicado
en una estrategia del PND que corresponde más a la Semarnat que a la SEP. Este
es uno de los principales problemas que derivan de la sectorización de las
políticas públicas.
La línea de acción de educación
ambiental también refiere a la necesidad de “fortalecer la formación ambiental
en sectores estratégicos”. Este planteamiento trasciende el tema de los
maestros y remite a la necesidad de que en los sectores estratégicos haya
personal competente en temas ambientales y de sustentabilidad para proporcionar
los insumos que requieren en este sentido las políticas públicas de cada sector.
La verdad no sé bien qué se entiende por sectores estratégicos, para mí además
de educación, ciencia y medio ambiente, están los de economía, energía, desarrollo
social, salud, alimentación y seguridad.
¿Cómo podría el gobierno promover
el pretendido “crecimiento verde” de bajo consumo de carbono, si no hay en la
Secretaría de Economía quienes eviten que los proyectos para crecer
económicamente sigan dañando la base material del desarrollo? ¿Cómo podrá la
Secretaría de Desarrollo Social posicionar bien la importantísima Cruzada
Nacional Sin Hambre, si para garantizar
la seguridad alimentaria y la nutrición de esos 7.4 millones de mexicanos que
hoy viven en condición de pobreza extrema, no se toman en cuenta criterios
ambientales?
En fin, lo que he querido decir con
este artículo es que con ese breve enunciado relacionado con la educación
ambiental: “Continuar con la incorporación de criterios de sustentabilidad y
educación ambiental en el Sistema Educativo Nacional, y fortalecer la formación
ambiental en sectores estratégicos”, la Semarnat tiene un campo de acción
desafiante pero promisorio, para desarrollar una política a la altura de lo que
necesitamos.
Ojalá que las autoridades de esta
Secretaría así lo estén entendiendo y se estén preparando para encararlo y si
no que la Nación se los demande.
[1] Coordinador de la Cátedra UNESCO - UV. “Ciudadanía, Educación y
Sustentabilidad Ambiental del Desarrollo”.
http://edgargonzalezgaudiano.blogspot.mx. Artículo publicado en La Jornada Veracruz, el lunes 3 de junio de 2013.
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