La contaminación de nuestras
tradiciones y costumbres[1]
El 2 de noviembre de cada año se celebra el
Día de los Muertos, aunque el festejo comienza desde el día primero. Se trata
de una tradición prehispánica vinculada con la veneración de los ancestros con
más de tres mil años de antigüedad. Es una de las pocas tradiciones
prehispánicas que se conservan, quizá gracias a que se fusionó en un
sincretismo ecuménico con la festividad católica del Día de los Fieles Difuntos
y Todos Santos. El Día de Muertos ha sido declarado como Patrimonio Cultural
Inmaterial de la Humanidad.
Las
tradiciones antiguas no se conservan intactas, sino que se van transformando
debido tanto a los cambios propios de las sociedades que las practican, como a
sus relaciones con otras culturas. En su clásico La Rama Dorada, el antropólogo
escocés James G. Frazer, da cuenta de múltiples ejemplos de sistemas de
creencias antiguos que se fueron transformando o incorporando en religiones
relativamente modernas.
Ese también ha sido el
caso del Día de Muertos, que se celebraba durante el noveno mes del calendario solar
mexica, lo que hoy serían los primeros días del mes de agosto
y duraba todo el mes completo. Los rituales eran presididos por la diosa Mictecacíhuatl,
conocida como la "Dama de la Muerte". Por eso fue tan fácil asociar a
la fiesta la famosa figura de "La Catrina",
personaje creado por el aguascalentense José Guadalupe Posada.
Sn embargo, la proximidad
del Día de Muertos con la Noche de Brujas que se celebra el 31 de octubre, pone
en un serio riesgo nuestra tradición cultural. El halloween contracción de All
Hallows' Eve (Víspera de Todos los Santos) es una fiesta
de origen celta
que se celebra principalmente en los Estados Unidos, Canadá, Irlanda y
el Reino Unido,
y que lentamente ha ido adoptándose en otros países con fuertes tradiciones
ancestrales como España, México y Colombia.
El problema principal con
el halloween, según mi punto de
vista, es su asociación con símbolos como la Jack-o'-lantern, las fiestas de disfraces de horror y sobre
todo por su fuerte dosis de comercialización, que en su conjunto distorsionan gravemente
el sentido de la veneración ancestral en un ambiente de respeto y memoria.
Lo más grave es que las
instituciones escolares que debieran trasmitir nuestras tradiciones reconocidas
por su valor cultural por la UNESCO, fomenten más el halloween que el Día de Muertos, y con ello se suman a la
propaganda que ya de por sí hacen nuestros inefables comentaristas y reporteros
de la televisión.
En días recientes escuché
numerosas expresiones como: “Comprometida con nuestras tradiciones culturales,
fulanita de tal tomó su calaverita y recorrió casa por casa pidiendo truco o
trato”; “Fue una auténtica Noche (sic) de Muertos con gritos, disfraces y
altares”.
Perder tradiciones y
costumbres es perder identidad. Sustituir nuestro Día de Muertos por el halloween es un suicidio cultural,
fomentado por la ignorancia supina de personeros de medios de comunicación y
entretenimiento, y de comerciantes a los que sólo les importa el negocio.
[1] Publicado
en La Jornada Veracruz, el lunes 5 de noviembre de 2012, pág.6
[2]
Coordinador de la Cátedra UNESCO – UV “Ciudadanía, Educación y Sustentabilidad
Ambiental del Desarrollo”. http://edgargonzalezgaudiano.blogspot.mx
Felicidades excelente artículo. Además la pérdida de nuestras costumbres ha sido propiciada por; nuestro desprecio por la vida, por la burla a la muerte, por nuestra enorme facilidad de incorporarnos a festividades y parrandas así como por nuestro espíritu Malinchista que valora más lo extranjero que lo nacional.
ResponderEliminarHagamos un esfuerzo para difundir en próximos años la idea de que en las escuelas no solo se monten las ofrendas tradicionales, sino que cada alumno lleve la foto de un familiar muerto y que al pasar frente a la ofrenda podamos recordarlo respetuosamente.
No solo la televisión, Internet que refuerza la globalización la esta contaminando tambien la que dice ser con "actitud crítica" tiene una estructura caótica que tambien crea muchos problemas y las religiones que ponen trabas en ese asunto, debemos de rescatarla sino se la van a llevar al consumismo igual como la navidad, el halloween, todas esas tradiciones
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