Algunos
desafíos de la nueva rectoría de la Universidad Veracruzana[1]
Edgar J.
González Gaudiano[2]
Esta semana concluye el registro de los
aspirantes a suceder al Dr. Raúl Arias en la rectoría de la Universidad
Veracruzana. Por los registros ocurridos hasta ahora y los que se presume
sucederán en las próximas horas serán seis los universitarios y universitarias
que contenderán por el cargo: tres hombres y tres mujeres. Comienza la etapa de
análisis de sus propuestas y de sus trayectorias, lo que bien puede hacerse
durante el periodo vacacional habida cuenta que la Junta de Gobierno pondrá en
línea la documentación respectiva.
Está por cerrarse
también el periodo para solicitar entrevistas con los miembros de la Junta de
Gobierno, a fin de poder comenzar con todo el proceso de auscultación, que
esperamos sea tranquilo, sin grandes aspavientos y sin ataques personales. Esta
debe ser una contienda entre proyectos y capacidades.
Sin embargo, en este
artículo quiero referirme a algunos asuntos problemáticos que he podido
identificar en la Universidad Veracruzana, aunque por falta de espacio abordaré
sólo dos de ellos. No pretende ser una lista de cotejo (chek list), pero
podemos revisar si se incluyen en las propuestas de gobierno de los candidatos
y, en su caso, qué se pretende hacer con ellos.
1. Descentralización. El programa de descentralización fue muy acertado,
pero no alcanzó a madurar. Ante el hecho incontrovertible de la amplia
distribución de las instalaciones de la UV en toda la geografía del estado, se
imponía promover un programa de este tipo. No obstante, las características singulares
de cada región en términos de capacidad instalada, liderazgos propios y formas diferentes
de conducción de los procesos han producido grandes asimetrías entre los campi
regionales. La descentralización no ha de ser una promesa, sino un proyecto en
ejecución. Algunos colegas que sufren la falta de una gestión directa efectiva,
la definen bien como una “subcentralización”. Otros señalan que hay tantos
revisores y se necesitan tantas autorizaciones que hablar de descentralización
es una falta de respeto. Se sienten como el refrán: “Cuba es La Habana y lo
demás es área verde”, por todos los asuntos que tienen que resolverse en Xalapa
(compras, convenios, autorizaciones, etc.) que retrasan considerablemente los
proyectos y desalientan el impulso local. Todo está muy centralizado, lo
académico subordinado a lo administrativo. El ejercicio se reduce a 7 meses y
nada después del 12 de noviembre.
2. Posgrado e investigación. El crecimiento en cantidad y calidad de estos dos
asuntos en la UV en los últimos diez años es indudable. Esto ha sido muy
reconocido por las instancias federales. Pero el impulso inicial que se dio al
registro de programas académicos y de investigadores no ha estado bien
acompañado y sustentado. Las piedras angulares para los posgrados de calidad es
la planta académica y la infraestructura. En numerosos casos la infraestructura
no es la adecuada a los requerimientos de investigación, pues fue pensada para la
enseñanza. Eso impide, por ejemplo, que los laboratorios respondan a las normas
de seguridad aplicables hoy día. Incluso hay problemas de identidad de
estudiantes y maestros en algunos posgrados por no contar con instalaciones
propias. No pueden aceptarse profesores visitantes externos porque no hay donde
ponerlos. Tampoco hay presupuesto para pagar mantenimiento de equipo y
licencias, ni fondos propios (o son muy precarios) para
impulsar proyectos de investigación. Cada investigador debe gestionarlos en las
distintas convocatorias nacionales e internacionales. Los apoyos financieros
para la operación de los institutos (POA) no son acordes a su crecimiento ni a
su desempeño académico, sino por las relaciones y las tradiciones. Hay algunos
que no se han modificado en siete años. No se cuenta con planificación para
avanzar hacia una opción distinta al posgrado autofinanciable. Hay riesgos de que estas deficiencias afecten la
permanencia en el SNI y en el PNPC. La estructura actual del conjunto de
centros e institutos debe ser sometida a una reingeniería, porque es
disfuncional.
En fin el espacio se me terminó y todavía hay mucho
que decir. Hay muchos otros asuntos que no se mencionan en los diagnósticos
pero que no dejan de ser graves. Por ejemplo, en ingeniería hay un alto índice
de rezago tanto en el área básica como en la técnica. No estamos seleccionando
bien a los estudiantes en el examen de admisión y el bajo rendimiento afecta los
indicadores. Una queja recurrente es ¿Qué tipo de preguntas del área de
matemáticas se hacen en el examen de admisión, cuando ingresan estudiantes que
no saben hacer operaciones con fracciones ni álgebra elemental? Los
corrimientos también perjudican porque ingresan alumnos sin bases suficientes
ni interés por la carrera. Algunas áreas demandan involucrarse al menos en una parte
del examen de admisión para mejorar el perfil de ingreso. Es decir, proponen una
gestión diferente en esta materia, más incluyente.
Hasta la próxima.
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