La clave de tal congruencia es una propuesta que
apuntale consistentemente la visión de la institución al año 2025, cuyo primer
párrafo condensa los principales atributos: “La Universidad Veracruzana será
una institución pública de educación superior fundamentada en la normatividad
integral actualizada y en un sistema en red de campus universitarios con
presencia en las cinco regiones, con una organización académica y
administrativa plenamente desconcentrada que permita la articulación de
docencia-investigación-vinculación con programas académicos acordes a las
necesidades locales y de cada región, constituyendo un sistema universitario
que se ha consolidado como palanca de desarrollo de nuestro estado y del país,
y que genera conocimiento para su distribución social”.
Conseguir lo anterior implica una propuesta de
trabajo que le dé continuidad al importante proceso de transformación
institucional emprendido durante la última década, sin continuismo; un programa
que consolide los logros alcanzados y encare los desafíos con los bríos de un
equipo académico renovado y renovador, integrado por gente perspicaz con ideas
frescas y capacidades complementarias; un grupo multidisciplinario de
universitarios y universitarias con un indiscutible carisma y aceptación
institucional, que sepa proyectar su principal esfuerzo hacia las regiones cuyo
fortalecimiento habrá de ser un punto nodal del programa, como se infiere del
párrafo de la visión citado.
Por lo mismo, la decisión de quienes han de
integrar el equipo de trabajo de la próxima administración es una de las
decisiones más trascendentes en este momento. Los hombres y mujeres que
integren el círculo más cercano al rector permitirán no sólo definir la
viabilidad del programa de trabajo, sino anticipar el estilo de gobierno para
el periodo. Es la oportunidad para que los nuevos rostros hagan creíble la
oferta de cambios y aporten sinergia al nuevo ciclo institucional.
No sé si los miembros de la Junta de Gobierno
preguntarán durante la entrevista con cada candidato quiénes integrarán o
pretenden proponer para integrar ese círculo cercano, pero constituye una
información relevante para la decisión o debería constituirla. La capacidad de
conjuntar un equipo de trabajo que cumpla con el perfil arriba enunciado en
términos generales, es un indicador sustantivo de la madurez de quien quiere
conducir la nave institucional. Poder abstraerse de los devaneos de aquellos
que con seguridad ya asedian a los candidatos en busca de un interés más
personal que institucional, es fundamental para encontrar el balance en la
composición del grupo.
Yo estoy
convencido de que el doctor Porfirio Carrillo Castilla es el candidato que
cuenta con las más altas credenciales para conjuntar el mejor equipo para
operar el programa de trabajo que presente. Pero presumo que es el que está
bajo las mayores presiones de un grupo cerrado que no admite la incorporación
de la gente nueva que requiere la próxima gestión. Démosle el respaldo
necesario para que tenga la fortaleza de encontrar el balance y pueda asumir
las decisiones correctas para la vida de la Universidad Veracruzana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario