lunes, 11 de julio de 2011

Luz Sustentable

Luz Sustentable[1]
Edgar González Gaudiano[2]
El martes 5 de julio, el Presidente Felipe Calderón anunció la puesta en marcha del Programa “Luz Sustentable”, mediante el cual se sustituirán, según se dijo, 47 millones de focos de luz incandescente por focos ahorradores en once millones de los hogares más pobres. Esto representará un ahorro al gobierno federal de 2 mil 200 millones de pesos. No se dijo en qué, aunque es de inferirse que en producción y subsidios al consumo eléctrico. Se informó, además, que el programa busca reducir entre 780 mil y un millón de toneladas al año de emisiones de bióxido de carbono a la atmósfera, evitar la combustión de 2.5 millones de barriles de petróleo, y ahorrar 13 mil millones de pesos que costaría la construcción de una nueva central eléctrica.
En esta misma línea de política se inscribe un programa previo denominado “Cambia a tu Viejo por uno Nuevo”, mediante el cual se reemplazan equipos de aire acondicionado o refrigeradores para reducir el consumo de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero.
Dado el número de beneficiarios, ambos programas tienen un efecto positivo directo en el consumo de energía, en el desembolso de las familias y en las finanzas públicas, sobre todo porque el costo de la energía a los particulares se incrementó en alrededor de 50 por ciento, en términos nominales, en los últimos seis años.
Sin embargo, sería muy conveniente que este programa se acompañara de una amplia campaña de uso eficiente de la energía dirigida a combatir el materialista estilo de vida actual y sus correspondientes patrones de consumo, pues la orientación predominante hacia la innovación tecnológica de las campañas de ahorro de energía esconde la verdadera raíz del problema. Si las familias beneficiadas con un menor pago de electricidad no cambian sus hábitos, ese ahorro económico se canalizará a la adquisición de otro electrodoméstico que volverá a incrementar su consumo de energía. Es como la hidra de las siete cabezas, a la que si le corta una le salen dos nuevas.  
Ese enfoque que privilegia la innovación tecnológica sobre la modificación de patrones de consumo, no es mal visto por los economistas, ya que se reactiva el mercado interno y aumenta el PIB, con sus correspondientes implicaciones políticas en vísperas electorales. Es lo perverso de los indicadores macroeconómicos como el PIB, en los cuales todas las actividades monetizables son consideradas como crecimiento, aunque signifiquen impactos negativos. Por ejemplo, el drama nuclear de Fukushima y las otras secuelas del maremoto implicarán trillonarias inversiones de Japón para intentar superar la crisis que serán contabilizadas como crecimiento. En una forma más simple, para el PIB son positivos los accidentes de tráfico debido a que dan trabajo a aseguradoras, a mecánicos, a médicos, a funerarias, etc.
Volviendo a Luz Sustentable, asociar la sustentabilidad a los efectos de cambio tecnológico por más positivos que sean, es reducir el concepto de sustentabilidad a su mínima expresión. La sustentabilidad es un proceso social antes que tecnológico pero, como siempre ha sucedido, los instrumentos sociales de la gestión ambiental son vistos como de un orden inferior.
¿Cómo puede ser sustentable un programa de energía que soslaya el problema de la progresiva entrega del sector eléctrico al sector privado y trasnacionales que generan energía, con un mercado asegurado, porque además de que las hidroeléctricas no trabajan a toda su capacidad, la CFE ha programado retirar unas 24 plantas entre 2011 y 2012 con el argumento de sustituirlas por centrales más eficientes?
Anunciar que con el programa Luz Sustentable se evitaría la construcción de una nueva central, cuando se tiene programado tanto cierre de plantas es confuso y contradictorio, pero con una clara intención efectista.
Asimismo, ¿cómo puede ser sustentable un programa que no está considerando los ingentes impactos ecológicos para generar energía, como el caso cercano de la hidroeléctrica El Naranjal en el rio Blanco y los planes de una serie de mini-hidroeléctricas para el rio Antigua-Los Pescados? Además, el programa ignora la carga ambiental del mercurio contenido en los focos ahorradores y la sustitución de focos viejos que irán a dar a la basura.
La verdad es que frente a la magnitud de los planes de la CFE para el fin del sexenio que no hemos tratado aquí en su extensión, el anuncio del programa Luz Sustentable es más efectista que efectivo y para consumo externo. Recordemos que el presidente Calderón recibió el Premio Campeones de la Tierra 2011, otorgado por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente por el impulso a una economía verde global, a través de nuevas tecnologías y el uso de energías limpias. Es evidente que Luz Sustentable se inscribe perfectamente en esta línea con una dosis electorera, mientras que la política económica tiene su propio derrotero.


[1] Publicado en La Jornada Veracruz el lunes 11 de julio de 2011. Pág. 6.
[2] Coordinador de la Cátedra UNESCO-UV “Ciudadanía, Educación y Sustentabilidad Ambiental del Desarrollo” del Instituto de Investigaciones en Educación de la Universidad Veracruzana.

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