lunes, 20 de agosto de 2012

Regreso a clases


Regreso a clases[1]

Edgar J. González Gaudiano[2]

Hoy lunes 19 de agosto se inicia un ciclo escolar más. Casi 25 millones de estudiantes de preescolar, primaria y secundaria, lo que constituye el nivel de educación básica; de 10 a 11 años de escolaridad según si cursaron uno o dos años de preescolar. El ciclo concluirá el 5 de julio con dos periodos oficiales de vacaciones (Navidad y Semana Santa). Se tienen previstos 13 días de suspensión de actividades también oficiales: 17 de septiembre de 2012 y el 6 de mayo de 2013 (ambos por sucesión de días inhábiles o sea, en lenguaje coloquial, puentes), así como el 16 de septiembre, 2 y 19 de noviembre, 1 y 25 de diciembre de 2012 y los días 1 de enero, 4 de febrero, 18 de marzo, 1, 5 y 15 de mayo de 2013. Se supone que con esto se suman 200 días de clases como calendario formal.

Sin embargo, todos sabemos que esto no es real. A los días de suspensión de labores establecidos se añaden los días de la madre, del cumpleaños del maestro o maestra, los de aplicación de campañas, pruebas estandarizadas, visitas oficiales, aniversarios y demás; eso sin contar los paros por protestas, marchas por los más variopintos motivos y un infinito etcétera. En Veracruz, además, habría que agregar la suspensión con motivo de las fiestas del Carnaval y por las amenazas de huracanes o lluvias torrenciales. Y no hablemos de calidad.

Cada inicio de ciclo escolar es una pesadilla para los padres de familia. En las escuelas particulares destacan el aumento de colegiaturas, una lista excesiva de útiles de marcas determinadas que se incrementan cada año sin regulación alguna y los costos crecientes de las actividades adicionales en deportes, idiomas, computación y artes.

En las escuelas públicas, además de los útiles y uniformes, violando la Constitución se obliga a los padres a aportar cuotas ‘voluntarias’ o donativos que condicionan la inscripción de los niños por los comités y asociaciones de padres que presuntamente los administran. Son cuotas ilegales e ilegítimas que nadie sabe en qué y cómo se aplican porque hay un oscuro manejo de las mismas. La nueva modalidad es además solicitar a los padres materiales de limpieza, papel higiénico y otros enseres de marcas específicas.

La Secretaría de Educación Pública y los gobiernos de los estados se hacen de la vista gorda de esta flagrante violación del artículo 3°, porque de ese modo evaden su responsabilidad de suministrar los apoyos necesarios y hacerse cargo del mantenimiento de los planteles y de la infraestructura y materiales requeridos. Son muchos millones de pesos que desangran aún más el precario presupuesto familiar, pero representa una ínfima parte del presupuesto de otros muchos gastos inútiles del gobierno (campañas electorales, publicidad e imagen institucional, gastos de representación y más etcéteras).

Hábilmente y sabiendo del repudio social que generan, el Partido Verde Ecologista levantó como una de sus propuestas de campaña la eliminación de las cuotas. Una nueva farsa de esta caricatura de organización política.

Y todo para qué. Para que los niños reciban una educación deficiente e insuficiente. La educación pública del país se encuentra postrada a los pies de intereses políticos y sindicales. Mientras tanto observamos en los medios una patética campaña del SNTE deslindándose de la CNTE. Una pelea por intentar dejar claro quién es menos peor.

En medio de esta zona de desastre que es la educación pública del país, lo más lamentable de todo es que las cosas no tienen ningún viso de mejorar.





[1] Publicado en La Jornada Veracruz, el lunes 20 de agosto de 2012, pág. 4.
[2] Coordinador de la Cátedra UNESCO – UV “Ciudadanía, Educación y Sustentabilidad Ambiental del Desarrollo”. http://edgargonzalezgaudiano.blogspot.mx

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