lunes, 28 de mayo de 2012

Caballo Blanco: La tentación autoritaria de los últimos días de gobierno


Caballo Blanco: La tentación autoritaria de los últimos días de gobierno[1]

Edgar J. González Gaudiano[2]

Hace unos días la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) rechazó la solicitud de cambio de uso de suelo para la explotación de la mina a cielo abierto que pretende operar en el municipio de Actopan, a sólo tres kilómetros de distancia de la central nucleoeléctrica de Laguna Verde.
La noticia fue recibida con júbilo por las numerosas organizaciones y personas que se han venido manifestando en contra de este proyecto que no sólo no tendrá beneficios a los veracruzanos, sino que dejará tras de sí una cauda enorme de problemas ambientales y muy serios riesgos de salud para los habitantes actuales y futuros. El proyecto ha sido rechazado incluso por el propio gobierno del estado de Veracruz, el cual ha hecho llegar a la Semarnat un voluminoso expediente que reúne opiniones técnicas de expertos, organizaciones ambientalistas y de la sociedad en general.
Sin embargo, después del júbilo inicial se recordó que continúa pendiente resolver la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) plagada de irregularidades y omisiones deliberadas, que de rechazarse de la misma forma significaría la clausura definitiva de ese proyecto de minería tóxica que es prohibido en otros países por sus colosales impactos a la población y al ambiente. Y como se trata de corporaciones internacionales económicamente muy poderosas, se corre el riesgo de que mientras los permisos sigan “en trámite” pueda acudir a otras instancias legales y modus operandi extralegales, incluidos los tribunales internacionales.
Ha sido anunciado que la Secretaría de Medio Ambiente de Veracruz solicitará también, por instrucciones del gobernador Javier Duarte de Ochoa, la cancelación definitiva del proyecto minero Caballo Blanco. Esto es muy congruente con los planteamientos realizados anteriormente, pero ahora hay que dar un paso más adelante y el Congreso del Estado debe proteger definitivamente al territorio veracruzano contra este tipo de minería mediante una ley que evite, por ejemplo, que esta empresa –y similares que pudiesen aparecer en el futuro- simplemente traslade sus proyectos a otras zonas en las que tiene especial interés como San Andrés Tuxtla, Misantla, Teocelo, Las Minas y Perote.
Algo semejante está ocurriendo con el anuncio con bombo y platillo que el gobierno federal también hizo hace unos días sobre la supuesta cancelación del proyecto minero de Wirikuta, cuando se trata en realidad de un acto mediático de cesión del lote minero de 761 hectáreas (el Cerro Quemado) por parte de la empresa minera canadiense First Majestic Silver que representa 0.5 % de un total 140 mil 212 hectáreas. Ese lote ya había sido ofrecido al Consejo Regional Wixárika para la Defensa de Wirikuta, pero fue rechazado porque se trata de una muy pequeña porción del territorio sagrado en disputa.
Tales anuncios hechos en plena campaña electoral tal vez intenten suavizar la crítica social hacia un gobierno panista que en sólo diez años ha concesionado 26 por ciento del territorio nacional, alrededor de 56 millones de hectáreas, a la industria minera y están en marcha 757 proyectos extractivos de capital extranjero. Angélica Enciso, denunció en La Jornada el lunes 8 de agosto de 2011, que sólo durante 2010, las 18 principales unidades mineras en operación generaron 2 millones 2 millones 29 mil onzas de oro, alrededor de 2 mil 483 millones de dólares –con el precio promedio de mil 224 dólares la onza durante 2010-. Esto equivale aproximadamente a 30 mil millones de pesos, que evidentemente no contribuyeron al desarrollo del país, sino a todo lo contrario.
Con todo esto, aprobar un blindaje para Veracruz es urgente. Debemos recordar por nuestro bien que nos encontramos a finales del periodo del gobierno federal y que hay evidencias, no sólo en México, de que en esos momentos de transición suelen tomarse decisiones que intentan quedar bien con oscuros intereses. Por ejemplo, en 1988, unos días antes de que concluyera el gobierno del presidente Miguel de la Madrid y aduciendo problemas económicos, fueron disueltos el Programa de Estudios sobre Energía de El Colegio de México y el Instituto Nacional de Investigaciones en Recursos Bióticos (INIREB), cuya sede era Xalapa. Eso implicó sumando ambos casos el lanzamiento a la calle de unos 90 investigadores.
Un caso más reciente se dio durante el gobierno de Vicente Fox. Santiago Creel, a escasos días de dejar la Secretaría de Gobernación, en mayo de 2005, para competir en la elección interna del PAN por la candidatura presidencial de 2006, otorgó permisos para abrir casinos y casas de apuestas a varios acaudalados empresarios mexicanos, entre ellos algunos relacionados con los medios de comunicación como Emilio Azcárraga Jean, de Televisa; Olegario Vázquez Raña, del Grupo Imagen, y Carlos Enrique Abraham Mafud, concesionario de TV Azteca en Yucatán.
Solamente al dueño de Televisa le autorizó 170 centros de apuestas y salas de sorteos de números; al del diario Excélsior, Cadena 3 y Reporte 98.5 le dio permisos para veinte y al concesionario de TV Azteca en Yucatán, 36. Ya entrados en gastos, el proceso se extendió a otros empresarios y en tan sólo cinco días, Santiago Creel autorizó 432 centros de apuestas remotas y salas de sorteos de números por 25 años (Datos tomados de http://www.sinembargo.mx/05-09-2011/34941).
En suma, es preciso mantener la presión de las organizaciones e instituciones interesadas en que el proyecto Caballo Blanco y otros semejantes se alejen para siempre de nuestras vidas para no incrementar nuestra actual vulnerabilidad y el inicuo saqueo de los recursos naturales del país. No podemos permitir una autorización de último minuto que nos deje embarcados en un serio problema. Un NO rotundo a la minería tóxica en el estado de Veracruz está en manos del Congreso  local.




[1] Publicado en La Jornada Veracruz, el lunes 28 de mayo de 2012.
[2] Coordinador de la Cátedra UNESCO – Universidad Veracruzana “Ciudadanía, Educación y Sustentabilidad Ambiental del Desarrollo”. www.edgargonzalezgaudiano.blogspot.mx

lunes, 21 de mayo de 2012


La comunicación de riesgos[1]

Edgar J. González Gaudiano[2]

Hace un par de semanas comenzó en Xalapa, bajo los auspicios de varios programas y dependencias de la Universidad Veracruzana, un seminario sobre comunicación de riesgos. Se realiza durante todo el mes de mayo en las instalaciones del Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación y es impartido por el Dr. Jan Luis Gonzalo, de la Universidad Rovira i Virgili, sita en Tarragona, España.

El tema ha sido poco trabajado en México, pese a su importancia para explicar numerosos procesos y prácticas en el país, así como por su enorme potencial para fortalecer la participación ciudadana en asuntos que afectan su calidad de vida presente y futura.

Desde mediados de los años ochenta, diversos teóricos comenzando con Ulrich Beck comenzaron a desarrollar la idea de que estábamos viviendo una serie de cambios que no estaban siendo advertidos por las ciencias sociales, aunque afectaban fuertemente a la población. El desastre de la central nuclear de Chernóbil fue el detonante de un proceso creciente de conciencia mundial sobre los riesgos porque, de algún modo, constituía un límite simbólico a la arrogante modernidad y al optimismo ciego de las posibilidades de la ciencia y la tecnología. El ‘accidente’ de la planta de Fukushima el 11 de marzo de 2011, vino a contribuir a esta idea, en un momento en que nuevamente la energía nuclear estaba volviendo a ser considerada como una opción frente al declive de los hidrocarburos y la necesidad de reducir las huellas de carbono.

Pero la sociedad del riesgo no se refiere solamente a los problemas ambientales e industriales, es un concepto mucho más amplio que incluye fenómenos relacionados con la economía, la sociedad y la cultura. Es decir, la sociedad del riesgo está también asociada al problema de pauperización de grandes contingentes de población, a la precariedad del trabajo, a la pérdida de conquistas laborales y sociales, al abandono del Estado a la defensa del bien común (de las mayorías), a la aparición de poderes fácticos que desinforman y encubren un uso faccioso de los recursos de las naciones para satisfacer su codicioso apetito, entre muchos otros.

Por lo mismo, en un país como México en que en sólo cuatro años (según datos del INEGI a 2010) 12.2 millones de personas se han sumado a la pobreza y 48 millones se encuentran en pobreza alimentaria (INEGI, 2012), que han habido sesenta mil muertos según cifras oficiales en lo que va del sexenio a causa del crimen organizado, que el duopolio televisivo maquilla y oculta cifras e información en beneficio de un partido político y de sus propios intereses, que se desmantelan las industrias paraestatales, que se beneficia a una líder sindical a costa de la educación de millones de niños, que en cada temporada de lluvia se inundan cientos de comunidades mientras otras regiones padecen sequías de más de diez años, que se pretende instalar una mina a cielo abierto a tres kilómetros de distancia de la nucleoeléctrica de Laguna Verde, etc., etc., tenemos que decir que nos encontramos inmersos hasta la coronilla en la sociedad del riesgo. 

La comunicación de riesgos es entonces un campo estratégico para fortalecer la gobernanza, ese nuevo concepto que implica que la ciudadanía ha de participar en la gestión de los asuntos que afectan sus vidas, para mejorar la eficacia, calidad y buena orientación de la intervención del Estado y para construir nuevas relaciones de poder. No podemos seguir dejando solas a las autoridades, como antes, para que decidan qué hacen con nuestras vidas, porque existen grandes y serios riesgos que no debemos correr. Algunos ya los estamos padeciendo.

La comunicación del riesgo nos permite informarnos y adquirir conocimiento sobre un determinado tema (huracanes, terremotos, accidentes industriales, violencia social, adicciones, etc.); promover el manejo transparente y con rendición de cuentas de aquellas decisiones relacionadas con el tema en cuestión; prepararnos para saber manejar el riesgo correspondiente; participar y tomar medidas en las áreas y niveles que nos competen; saber cómo contribuir para que las autoridades hagan su parte y supervisar lo que hagan, entre otras.

La comunicación de riesgos es un asunto complejo por el hecho a comunicar y por las dificultades propias del proceso de comunicación en sí. El hecho a comunicar además de ser algo abstracto y distante, suele verse por mucha gente como improbable. Es el caso del cambio climático. Es más, hay quienes prefieren no enterarse de los riesgos que corren y ya enterados asumen ingenuamente que es algo que nunca va a ocurrirles a ellos. Es el caso de muchos fumadores. También están los que dejan en manos de dios lo que pueda ocurrirles, pero supongo que es mucho pedir.

En Xalapa teníamos agua en abundancia y se pensaba que nunca nos faltaría; permitimos que se desforestara la zona y se construyera donde no se debía, la desperdiciamos, la contaminamos y demás, incrementando con todo ello los riesgos y ahora sufrimos por la falta de agua. Nos sentamos con una mano sobre la otra esperando con devoción un milagro, o que alguien haga algo, o que el próximo gobierno sí funcione, etc. mientras los riesgos aumentan y nuestra calidad de vida disminuye. ¿Hasta cuándo? Así o más claro.





[1] Publicado en La Jornada Veracruz, el lunes 21 de mayo de 2012, pág. 7.
[2] Coordinador de la Cátedra UNESCO – UV “Ciudadanía, Educación y Sustentabilidad Ambiental del Desarrollo”. www.edgargonzalezgaudiano.blogspot.mx

martes, 15 de mayo de 2012

Las campañas: Partes del campo de batalla


Las campañas: Partes del campo de batalla[1]

Edgar J. González Gaudiano[2]

Después del debate las campañas de los partidos han comenzado a ser más explícitas y a mostrar las verdaderas intenciones de los grupos de interés que se encuentran detrás de cada candidatura. Esto obviamente se empieza a manifestar en la ciudadanía y abre un nuevo ciclo de mejores definiciones. Espero contribuir a ello.
En el caso del PRI-PVEM, empieza a desinflarse un poco la burbuja de oropel creada por los poderes fácticos  mediáticos y su fauna de acompañamiento. El rechazo abierto y estridente que recibió en la visita que hizo a la Universidad Iberoamericana, es un indicador de que Peña Nieto no salió tan indemne del debate como sus pregoneros afirman.  Además, dejó plantados a los grupos ambientalistas más prestigiados del país, nucleados en torno al Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), que desde luego no tienen nada que ver con las imposturas del llamado Partido Verde que respalda la candidatura de Peña Nieto. El motivo de la cancelación fue que su equipo de campaña no quería que hubiera segmento de preguntas y respuestas. No vaya a ser que no supiera dónde está el Golfo de México, ese que sólo lee el teleprompter. Faltan sólo  45 días para la elección pero aún no la tienen ganada, por eso se cuidan tanto de que pueda aflorar demasiado la realidad del candidato. La sobresaturación de propaganda ya convenció a los que podía convencer, y al parecer no hay substancia de la que pueda sacarse algo más.
En el caso del PAN, la campaña no sólo sigue sin levantar sino que las encuestas señalan que Josefina Vázquez Mota empieza a rezagarse respecto de AMLO. De proseguir esta tendencia se comenzará a reducir la franja de indecisos. Ese todavía amplio sector de indecisos es claro que no están con el delantero, de otro modo ya se hubieran pronunciado en esa dirección. Muchos de ellos no votarán, pero los otros indecisos están considerando hacia cuál de los otros candidatos se inclinarán al final que pueda hacer la diferencia. Es lo que se conoce como voto útil. Josefina no está convenciendo. No ha podido establecer un deslinde claro con Calderón, quien evidentemente recibirá un voto de castigo por su fallida política de crecimiento y empleo y por su desastroso combate a la delincuencia organizada en el que la población civil se encuentra entre el fuego cruzado. Tal vez el gobierno tenga algunas cartas guardadas para intentar inclinar la balanza con algún golpe efectista contra el PRI cerca de la fecha de la elección, del que EPN ya no tenga tiempo de recuperarse. Eso podría alterar sustantivamente el perfil actual de intención de voto. Pero a Calderón también le preocupa de que su intervención en la contienda pudiese generarle algunas facturas por pagar en el nuevo gobierno. Ya incluso hay denuncias en organismos internacionales. Pronto veremos qué tanto se la juega.
Por su parte, el PRD-PT-MC han empezado a dejar de lado lo de la república amorosa y empieza a aparecer el candidato de a deveras. La idea del gabinete anticipado es excelente, sobre todo por la desconfianza que generan las tribus del PRD. Es el candidato mejor posicionado en las redes sociales y la campaña desplegada en torno a Morena puede dar una sorpresa en el sector rural, que suele no ser incluido en las encuestas. Debo confesar que no me gustó la estrategia desplegada en el debate. AMLO se oía monotemático en sus denuncias y parecía que no tenía propuestas para los asuntos tratados, para los que sí tiene. Admito que cuando él aclaró en entrevistas posteriores que su intención fue centrarse en los asuntos de fondo que le habían sido vetados por la cobertura de medios televisivos, la estrategia adquirió sentido. Sin embargo, no puede repetir la misma dosis en el debate de Guadalajara. Ahí tendrá que demostrar que tiene los tamaños para ser un hombre de Estado y eso no lo va a obtener con denuncias. Capaz de integrar un equipo de gente competente para gobernar, sin rencores para no destruir aún más el tejido social y para construir una nueva trayectoria de desarrollo que le urge al país.  Es el único que puede conseguir eso.
En el caso del Panal, Gabriel Quadri está súper crecido. El desdén de los otros candidatos al no engancharse a sus provocaciones, hizo que al final fuera el que respondió mejor a los temas y a alguna gente le pareció que era el mejor preparado. Lo es en aspectos técnicos. Por eso ha subido en las intenciones de voto. Es fácil bajarlo del caballo de hacienda en el que cree que va trepado. Elba Esther ha de estar relamiéndose los bigotes.  Pero esa relación con la maestra es un lastre mortal y puede destacarse por JVM o AMLO en el segundo debate. Ese es motivo suficiente para reducir abruptamente el interés efímero que ha despertado. Tengo la impresión de que GQ ha seducido a los jóvenes en su primera participación electoral asqueados, y con justificada razón, de las decadentes formas de hacer política en el país. Además, es un conservador indisolublemente ligado al sector empresarial, al cual considera impoluto y eficiente. Hasta ha propuesto la creación de un partido empresarial, lo que sería algo así como un Partido Patronal de la República Mexicana.  Dice que los demás le atacan porque les está pisando los talones. Soberbio y narcisista. Es claro que Elba Esther y su camarilla apoyan a EPN y que GQ desempeña un rol de comparsa sólo para mantener al Panal en el tablero de la política y seguir gozando de las prerrogativas del Estado. Así, sus dueños pueden continuar con las triquiñuelas de siempre que tienen hundida a la educación y por ende el proceso de desarrollo del país. No es poca cosa. Un voto por Quadri es un voto por Elba Esther.


[1] Publicado en La Jornada Veracruz, el martes 15 de mayo de 2012, p.7.
[2] Coordinador de la Cátedra UNESCO – UV “Ciudadanía, Educación y Sustentabilidad Ambiental del Desarrollo”. www.edgargonzalezgaudiano.blogspot.mx

lunes, 7 de mayo de 2012


Crónica de un viaje a China[1]

Edgar J. González Gaudiano[2]

Recientemente regresé de un viaje por China. Estuve en Pekín y en Wuhan, provincia de Hubei en el centro del territorio. Asistí como participante en el II Seminario Internacional CICIR-UV sobre las Relaciones  de China con México y demás países de América. Presenté un análisis de la problemática ambiental del país y algunas áreas de posible colaboración.


El China Institutes of Contemporary International Relations (CICIR, por sus siglas en Inglés) es una especie de think tank muy influyente en la definición de políticas públicas de la República Popular China, con el que la Universidad Veracruzana tiene establecido un convenio de colaboración.


Lo que quiero presentar aquí son las impresiones del viaje, pues con ésta ocasión son tres veces las que he visitado ese gran país; la primera en 1981 y la segunda en 2004. En la primera visita vi un país atrasado, con grandes problemas por una población de 1,200 millones de habitantes que acababa de atravesar por las dolorosas consecuencias de la Revolución Cultural China.   


En 2004, hace apenas ocho años, vi un país en pleno despegue, insertándose en el ámbito internacional, con un impresionante desarrollo urbano sobre todo en las grandes ciudades. La China que había visitado antes era un recuerdo del pasado, ahora la gente se vestía a la moda en vez de sus uniformes ropas de cuello Mao de colores negro y gris. Los millones de bicicletas que eran el tráfico vehicular habían desaparecido, ahora circulaban automóviles de modelos recientes.


En 2012 vi un país a punto de convertirse en la primera economía mundial, con un entorno urbano completamente transformado, modernizado, con base en un diseño y un ordenamiento asombroso en el que la vegetación cobra un papel importante. Incluso Pekín que siempre me había parecido una ciudad más bien fea, ahora después de los juegos olímpicos luce radiante. Con muy buenas vialidades y equipamiento urbano que disfrutan sus habitantes.


Durante el seminario algunos investigadores chinos hablaron también de sus problemas. Son muchos y complejos. Mencionaron, por ejemplo, la persistente desigualdad y la disparidad regional, así como los problemas de corrupción y la crisis social de confianza a nivel de los gobiernos locales y las empresas. Pero su crecimiento económico es impresionante y están empeñados en darle más énfasis a su mercado interno promoviendo el consumo entre la población. Quieren crecer incluso más despacio; para el 2012 se han propuesto hacerlo ‘sólo’ al 7.5%, pero mejorar la calidad de su desarrollo atendiendo rezagos en áreas problemáticas, como la vulnerabilidad de grupos sociales de población y la calidad del medio ambiente.


China cuenta con 1,340 millones de habitantes, lo que significa que en 30 años ha incrementado su población en poco más de diez por ciento. Todo ha sido resultado de una política pragmática para alcanzar objetivos muy claros. Den Xiaoping, uno de los líderes de la espectacular prosperidad de la que se goza en China, en el marco de una economía mundial deprimida, dijo alguna vez ¿Qué importa si el gato es blanco o negro, con tal que cace ratones?


Inevitablemente pensé en muchos momentos en lo que estaba pasando en México. Alguien dirá que en China no hay democracia y será verdad; pero también eso implica que no tienen que gastar las enormes sumas de recursos públicos en intentar poner en marcha un sistema político atascado que en esos mismos 30 años no ha podido resolver ni siquiera los problemas más urgentes de calidad educativa y de salud, de empleo y seguridad social.


Somos un país donde los poderes fácticos son los que gobiernan asegurando sus intereses privados por encima del bien común y el interés público. Que no crece lo suficiente y que los beneficios de ese precario crecimiento económico no se reparten ni con mediana equidad, con lo cual los principales beneficiarios son justamente los grupos de interés y la clase política que les cubre las espaldas. Y la pobreza y la desigualdad social siguen incrementándose, pero tenemos millonarios con fortunas colosales que aparecen en la lista de Forbes de la gente más rica del mundo.


Estamos en un proceso electoral manipulado por tales intereses, para que los ciudadanos respondamos de manera que parezca que cambiamos, pero que en realidad lo que pretenden es que todo siga igual. ¡Qué importa si el gobierno es rojo o azul, con tal que los ratones sigan sueltos! No les importa el país, ni su gente; sólo importan ellos mismos y si las cosas se ponen mal aquí a consecuencia de sus abusos, tienen los recursos para irse a cualquier otra parte. Somos los que nos quedamos aquí los que tenemos que pensar en eso y votar por un cambio verdadero.



[1] Publicado en La Jornada Veracruz, el lunes 7 de mayo de 2012, p. 6.
[2] Coordinador de la Cátedra UNESCO – UV “Ciudadanía, Educación y Sustentabilidad Ambiental del Desarrollo”. www.edgargonzalezgaudiano.blogspot.mx