viernes, 27 de enero de 2012

¿Gobernar para quién? Por sus obras los conoceréis

Edgar J. González Gaudiano

Pese a lo que los distintos partidos políticos puedan decir de sí mismos, es fácil inferir de sus acciones para quien gobierna cada uno.
Las recientes decisiones del gobierno federal sobre algunos temas sacados de la manga son muy reveladores de por dónde andan las presiones de los clientes para dejar lo mejor asegurado posible los negocios que hacen el país. Veamos unos pocos ejemplos.
Si bien el presidente Calderón ha puesto su mejor empeño en construirse una imagen para consumo externo de ser el gobernante más comprometido con el cambio climático, sus recurrentes decisiones lo contradicen todo el tiempo. Estas van desde promover nuevas termoeléctricas y represas hidroeléctricas en vez del impulso a las tecnologías limpias con las que se llena la boca cada vez que sale al extranjero, hasta pasarse por alto la legislación ambiental aduciendo la necesidad de atraer inversiones al país.
Todo es una simulación. Durante la Conferencia de las Partes 16 sobre cambio climático, celebrada en Cancún en diciembre de 2010, se colocó un aerogenerador de energía eólica en la ruta que recorrían diariamente los autobuses que transportaban a los delegados extranjeros al área de la reunión. Un solo generador, gigantesco como son. Una escenografía que tal vez ya hasta se retiró.
La estrategia le ha funcionado afuera, adentro nadie se lo cree. El Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) le otorgó a Felipe Calderón el premio Campeones de la Tierra 2011 en la categoría de liderazgo político. Ese mismo campeón de la Tierra aprueba un monumento para celebrar el bicentenario que, al margen de sus denunciadas irregularidades, es una máquina consumidora de energía que nos costó mil 200 millones de pesos, más tres adicionales para el acto de inauguración. ¿Qué no se le podía haber ocurrido otra cosa? Un palacio de las bellas artes, por ejemplo, como Porfirio Díaz.
Ese mismo campeón de la Tierra y paladín de la lucha contra el cambio climático vetó el programa especial para atender la sequía y las heladas en el campo, incluido en el decreto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2012, con un monto de 10 mil millones de pesos para 14 estados de la República afectados por la emergencia climática, frente a un año que se espera seco. Además, la Semarnat tiene un presupuesto precario para la próxima temporada de incendios que será temprana y grave. Obviamente los productores del campo no son su clientela política y no les dará la cara en la gira promocional de tres meses que ha emprendido por todo el país antes de las autoridades electorales se lo impidan. ¡Qué largo se me ha hecho este sexenio!
¡Ah, pero eso sí! El presidente Felipe Calderón Hinojosa anunció con bombo y platillo el Programa Nacional de Financiamiento a la Educación Superior, mediante el cual en este año se destinarán 2 mil 500 millones de pesos en créditos educativos para 23 mil jóvenes que beneficiará a 21 universidades privadas y en su mayoría a jóvenes que no lo necesitan. No puedo pensar que una familia de clase media, esa que gana los 6 mil pesos que según Ernesto Cordero son suficientes para vivir, se embarque con un crédito por hasta 215 mil pesos para que un hijo o hija estudie una licenciatura o de 280 mil pesos para un posgrado. ¿Y si tienen varios hijos? Considerando además que cuando egresen no encontrarán trabajo para poder pagarlo. Todo esto mientras se estrangula a las universidades públicas.
Hay que leer entre líneas las declaraciones de nuestros políticos. Lo que dicen dice mucho cuando se analiza con cuidado y lo que no dicen también. Pero sus decisiones son indiscutiblemente reveladoras de verdaderamente quiénes son y para quién trabajan.
Artículo publicado en La Jornada Veracruz, el 17 de enero de 2012

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