miércoles, 24 de julio de 2013

El modelo educativo de la Universidad Veracruzana y el cambio de rector



El modelo educativo de la Universidad Veracruzana y el cambio de rector

Edgar J. González Gaudiano[1]

Uno de los temas más controvertidos en los meses recientes en la Universidad Veracruzana, ha sido el de los cuestionamientos a su Modelo Educativo Integral y Flexible (MEIF). En los planteamientos de la gran mayoría de los aspirantes a ocupar la rectoría de esta universidad se asumen posiciones al respecto, por lo que considero conveniente analizar aunque sea brevemente el punto, con la idea de contar con mejores elementos para el análisis de las propuestas, toda vez que se trata de un asunto nodal para el presente y futuro de nuestra institución.
La innovación educativa se ha convertido en uno de los ejes principales de los cambios sustantivos de las estructuras y prácticas en las instituciones de educación superior en México desde hace dos décadas. La flexibilidad, el currículo por competencias y los enfoques integrales centrados en el estudiante han sido tres de las tendencias dominantes en los procesos de innovación, a fin de encarar los desafíos del mundo contemporáneo.
Tales tendencias se han nutrido de otros elementos que aportan sinergia a los cambios, entre los que destacan la atención tutorial, el diseño de proyectos, los casos de estudio, la multimodalidad, la formación situada, las experiencias de vinculación, la movilidad de estudiantes y académicos, la estructura en red y la cooperación horizontal, los temas transversales (sustentabilidad, interculturalidad, formación de ciudadanía, etc.), la coparticipación de recursos y homologación de títulos, la educación a distancia y las tecnologías de la información y la comunicación.
Ese conjunto de factores ha venido a trasformar cualitativamente atávicas dinámicas institucionales, contribuyendo a desedimentar arcaísmos no sólo de enseñanza-aprendizaje, sino también de evaluación y gestión. Sin embargo, este proceso no ha estado exento de resistencias y obstrucciones de tipo académico, pero también sindical, administrativo y normativo.
Uno de los problemas centrales en los procesos de reforma educativa ha sido que no implican un cambio sistémico del programa institucional en su conjunto pensado en el mediano y largo plazos con pertinencia social, por lo que pueden incurrir en una serie de sesgos muy frecuentes que suelen mezclarse entre sí: los que se asumen desde una perspectiva instrumental utilitaria sin referentes teóricos, históricos y críticos; los que se ven como estrategia para responder a una novedad con base en expertos externos y sin contar con la convicción de los agentes internos involucrados; los que se prescriben de arriba hacia abajo (top-down) responsabilizando únicamente al docente de su implantación sin incentivos que lo motiven; los que plantean fases de aplicación sin acompañamiento ni tiempos perentorios de cumplimiento, y los que no establecen financiamientos frescos para su implantación, exigiendo hacer más con las de por sí exiguas condiciones presupuestales y burocratizando excesivamente los procesos.
Cuando la reforma educativa incurre en alguno de esos sesgos o en varios, suelen producirse procesos frustrantes y desgastantes que tensionan aún más los procesos internos, por lo que aborta o el fracaso se encubre con prácticas de simulación y clichés justificatorios.
         El Modelo Educativo Integral y Flexible (MEIF) de la Universidad Veracruzana fue diseñado para responder a la gran mayoría de los rasgos principales de la innovación educativa en boga. Implica el desarrollo de nuevas formas de aprender a partir de competencias y visión inter y transdisciplinarias. Ello mediante un currículum flexible con base en un sistema de créditos, donde las actividades de aprendizaje se seleccionen considerando tanto los requerimientos del programa como las características del estudiante.
Un modelo en el que el servicio social y la titulación tienen valor crediticio, en el que se flexibilizan contenidos y tiempos, se implementa un sistema tutorial y se facilita la movilidad estudiantil; además, se dispone de un paquete de cursos para desarrollar competencias de comunicación y autoaprendizaje y otras que requiera la formación integral del estudiante. Casi todos los aspirantes a la rectoría de la UV se refieren a la necesidad de fortalecer el MEIF.
El Dr. Víctor Arredondo menciona la necesidad de impulsar la innovación cualitativa de la visión institucional; la manera en que funciona para asegurar los conocimientos disciplinarios básicos y las competencias profesionales, a partir de procesos orientados a la formación integral.
El Dr. Porfirio Carrillo enfatiza la importancia de ahondar en la innovación educativa para la formación integral de los estudiantes en su campo profesional, en idiomas, arte, cultura y deportes. Mejorar el sistema de tutorías y la programación de los cursos atendiendo las trayectorias para reducir el rezago y la deserción y aumentar la eficiencia terminal. Revisar los cursos de experiencia recepcional y servicio social para asociarlos a la investigación y las prácticas profesionales. La oferta educativa debe asegurar a los estudiantes amplias competencias profesionales que favorezcan su inserción en el mercado laboral y alienten su capacidad creativa, colocando lo administrativo al servicio de la actividad académica.
         El Dr. Manlio Fabio Casarín reconoce la diversidad de problemas generados a partir de la implantación del MEIF y propone ampliar la oferta educativa para atender el bono demográfico; diversificar las opciones de formación profesional; fortalecer el proceso de enseñanza-aprendizaje a partir de la certificación de competencias laborales; desarrollar la educación universitaria virtual y sincronizar las estructuras administrativas con el MEIF para formalizar la transición al modelo flexible.
El Dr. Sergio Natan González enfatiza que la innovación educativa ha de mantenerse bajo un enfoque transversal que considere la flexibilización y articulación de modalidades educativas, la movilidad e internacionalización estudiantil y académica con sentido de sustentabilidad e interculturalidad en la formación de los estudiantes.
La Dra. Sara Ladrón de Guevara describe las limitaciones de la puesta en marcha del MEIF y las críticas que ha recibido en cuanto a la administración escolar, básicamente en los horarios corridos de los alumnos, pero sin tocar la parte medular del modelo que ha sido un tanto olvidado. La integración de tres ejes: teórico, heurístico y axiológico es desconocida por docentes y alumnos y lo mismo ocurre en cuanto a su distribución por áreas. No se cuestionan ni se reelaboran las áreas de la formación disciplinaria, terminal o de elección libre, pero sí la función del área básica, la cual podría convertirse en un requisito de ingreso y para facilitar la acreditación de estas áreas, la UV podría ofrecer cursos en línea, semiescolarizados y acceso a la acreditación a través de la evaluación estandarizada.
    La Dra. Clara Celina Medina propone evaluar el MEIF para identificar su pertinencia y las necesidades de mejora que busquen asegurar la calidad de los servicios educativos que ofrecemos a la sociedad.
         El Dr. Marcelo Francisco Monfort denuncia que el MEIF fue convertido en un fin, con lo que perdió su valor como medio. Las críticas se centran en el medio y no en las causas. Nuestro desafío, dice, no es mantener tal cual el modelo, pero tampoco cortarlo de tajo. El cuestionamiento más profundo y más serio es que el MEIF supone que toda la universidad puede funcionar bajo un mismo modelo de enseñanza-aprendizaje. Dos finalidades que atañen al modelo se encuentran dentro de su propuesta: Desarrollar los talentos naturales y adquiridos y no sólo las competencias de maestros y estudiantes y, crear un  nuevo perfil de estudiante de la UV sustentado en la meritocracia del rendimiento escolar.
Dr. Homero Vladimir Ríos señala que el modelo debe revisarse para tomar lo positivo y complementar la parte de valores y emprendedora. Esto para que el estudiante se mentalice en que puede ofrecer sus servicios en el mercado laboral o bien optar por el autoempleo o desarrollo de una empresa. Los planes de estudio deben estar en constante actualización para que su desarrollo en el periodo escolar sea óptimo y se adquieran conocimientos actualizados que garanticen la vigencia de los egresados.
La Maestra Leticia Rodríguez Audirac consigna que si bien se ha avanzado en la incorporación a la agenda de temas capitales como género, sustentabilidad, internacionalización, democracia, justicia social, interculturalidad y el papel de las artes en la sociedad actual, son aún esfuerzos desarticulados y limitados a espacios particulares. Para atender las necesidades de formación integral es preciso consolidar la articulación de los programas educativos con la investigación que realizan los cuerpos académicos, a fin de que sean los que garanticen su pertinencia social; establecer procesos formativos interdisciplinarios y situados regionalmente que contribuyan a crear condiciones de equidad. La evaluación integral del modelo educativo favorecerá la formación de los estudiantes concretándose la articulación con la investigación y la vinculación.
La comunidad universitaria tiene la palabra.


[1] Director del Instituto de Investigaciones en Educación de la Universidad Veracruzana.Publicadao en La Joranada Veracruz, el miércoles 24 de julio de 2013.

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