lunes, 26 de septiembre de 2011

La Carta de la Tierra

La Carta de la Tierra[1]
Edgar González Gaudiano[2]
La Carta de la Tierra es un documento de gran relevancia por ser una síntesis de valores, principios éticos y aspiraciones de un gran número de hombres y mujeres de todas las regiones del mundo. El texto surgió de una extensa consulta internacional conducida a lo largo de varios años. Los principios están sustentados en aspectos científicos de actualidad, leyes internacionales y reflexiones filosóficas y religiosas.
            La Carta de la Tierra es una valiosa herramienta educativa para ayudar a asumir elecciones críticas y para reflexionar sobre las actitudes y valores que moldean nuestros comportamientos. Puede fungir como un catalizador para impulsar el diálogo multisectorial entre diferentes credos y culturas. Es un llamado a la acción y un conjunto de lineamientos para transitar hacia una forma de vida sustentable. También es un marco de valores par formular políticas y planes de desarrollo y una base ética para el desarrollo progresivo de normas jurídicas para el desarrollo sustentable. 
Su elaboración inició en 1987 cuando la Comisión Mundial sobre Ambiente y Desarrollo (CMAD), encabezada por la Sra. Gro Harlem Brundtland, convocó a construir un documento a partir de los cuatro principios fundamentales del desarrollo sustentable, propuestos por la CMAD en el Informe Nuestro Futuro Común. Este documento se denominó Carta de la Tierra y su construcción implicó un gran esfuerzo participativo de gobiernos y organizaciones no gubernamentales para conseguir el más amplio respaldo posible, toda vez que se pretendía que fuera el marco ético para la Agenda 21,  suscrita en la Cumbre de Río en 1992.
            Lamentablemente, la aprobación de La Carta de la Tierra fue uno de los asuntos pendientes en la Cumbre de la Tierra en Brasil. Pero en 1994 Maurice Strong, Secretario General de la Cumbre de Río junto con Mikhail Gorbachev, Presidente de la Cruz Verde Internacional lanzaron una nueva iniciativa para reactivar el proceso. En 1997, se crea una Comisión que se establece en Costa Rica, con el propósito de supervisar el proyecto. La versión final se presentó en marzo de 2000 con la idea de establecer los fundamentos éticos para una sociedad global emergente que contribuya a construir un mundo sustentable basado en los derechos humanos universales, el respeto a la naturaleza, la justicia económica y social y promover una cultura de paz.
        A la fecha, La Carta de la Tierra ha sido avalada por más de 5000 organizaciones a nivel mundial que cuentan con una membresía de millones de personas. Un número creciente de ciudades e instituciones de diferentes regiones de mundo está empleando La Carta de la Tierra como base para sus planes y políticas como el Consejo Internacional de Iniciativas Ambientales Locales y la Universidad Veracruzana. De igual forma, los gobiernos que la respaldan están incorporando el texto de La Carta de la Tierra en los programas de estudio de los diversos niveles educativos. 
            Durante la Cumbre sobre Desarrollo Sustentable de Johannesburgo, en 2002, además de hacerse un llamado a avanzar hacia las Metas del Milenio sobre el agua, la energía, la salud y la sanidad, la agricultura y la biodiversidad, se ofreció un nuevo proceso de implementación estratégica llamado Alianza Tipo II. Estas alianzas se aprobaron como un mecanismo clave para la realización exitosa del desarrollo sustentable y se reconoció a La Carta de la Tierra como una herramienta educativa importante para promover la clase de valores y principios necesarios para el progreso a largo plazo. La Alianza Tipo II de La Carta de la Tierra, llamada “Educando para un Estilo de Vida Sustentable con la Carta de la Tierra” está formada por los gobiernos de Costa Rica, Honduras, México y Nigeria, la UNESCO y dieciocho ONG’s dedicadas al desarrollo sustentable.
            Por lo mismo y respetando las metas y objetivos de la Alianza, habría que proveer educación y capacitación a líderes locales y comunidades en relación a los principios fundamentales del desarrollo sustentable y sobre cómo incorporar  estos principios en los procesos de toma de decisiones.
La Carta de la Tierra es un conjunto de 16 enunciados organizados alrededor de cuatro principios fundamentales, que son: 1. Respeto y cuidado de la comunidad de vida; 2. Integridad ecológica; 3. Justicia social y económica y, 4. Democracia, no violencia y paz. Cada enunciado contiene a su vez varios incisos. Por ejemplo, el principio básico 4: Democracia, no violencia y paz se integra por los principios generales que apelan a:
ü  Fortalecer las instituciones democráticas en todos los niveles y brindar transparencia y rendición de cuentas en la gobernabilidad, participación inclusiva en la toma de decisiones y acceso a la justicia.
ü  Integrar en la educación formal y en el aprendizaje a lo largo de toda la vida, las habilidades, el conocimiento y los valores necesarios para un modo de vida sustentable.
ü  Tratar a todos los seres vivos con respeto y consideración
ü  Promover una cultura de tolerancia, no violencia y paz.

Nunca como hoy hemos necesitado de un código como La carta de la Tierra que guie nuestros comportamientos personales y sociales.




[1] Publicado en La Jornada Veracruz, el lunes 26 de Septiembre de 2011. Pág. 6.
[2] Investigador del Instituto de Investigaciones en Educación de la Universidad Veracruzana. www.edgargonzalezgaudiano.blogspot.com

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