martes, 17 de septiembre de 2013

La educación de la Semarnat: Indiferencia y desdén



La educación en la Semarnat: indiferencia y desdén[1]

Edgar J. González Gaudiano[2]

En un convulso momento del país por asuntos que conciernen a la educación, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales ni se preocupa ni le importa. Esto provocó que los integrantes del Consejo Nacional de Educación Ambiental para la Sustentabilidad presentáramos en bloque una renuncia a seguir formando parte de un organismo que presuntamente fue constituido para asesorar a la Secretaría en este tema.
El Consejo Nacional fue el único acuerdo que se cumplió de la lista de los que conformaron el Compromiso Nacional por la Década de la Educación para el Desarrollo Sustentable (2005-2014), suscrito por los entonces secretarios de Educación Pública y de Medio Ambiente y Recursos Naturales, el 11 de marzo de 2005. Este Compromiso fue luego presumido por el Presidente Vicente Fox ante la UNESCO y el mundo por haber sido el primer país en asumir responsabilidades para impulsar un amplio proceso educativo que, entre otros, contribuyera a hacer realidad el desarrollo sustentable en el país; se sustente en las instituciones escolares de los distintos niveles y modalidades, pero que las trascienda, proyectándose hacia todas las esferas de la vida pública y privada; coadyuve a enfrentar los complejos desafíos de un mundo cada vez más interdependiente, en permanente transición y con realidades disímiles y contrastantes; permita a la ciudadanía participar críticamente en la toma de decisiones para definir las trayectorias del desarrollo nacional que deben seguirse, así como genere las actitudes y competencias necesarias para configurar una acción social bien informada, que incida en la prevención y solución de los problemas de cada grupo de personas.
El Consejo se integró con 21 integrantes adscritos a las esferas académica, social, empresarial, jóvenes, etc. Al concluir el periodo para el que fueron nombrados, durante el segundo semestre del año pasado se procedió de acuerdo con la normatividad a sustituir a la mitad de sus miembros. Este proceso se realizó con una amplia participación a la convocatoria correspondiente, pero al quedar definida la elección se consideró que era políticamente correcto que la instalación del nuevo consejo se hiciera con quienes encabezaran la Semarnat en el nuevo gobierno federal. Eso es lo que durante casi diez meses no ha ocurrido, a pesar de llamadas, escritos, entrevistas y falsas promesas del propio secretario el empresario Juan José Guerra Abud, proveniente del Partido Verde Ecologista de México y de sus funcionarios.
El autismo de la Secretaría es aún más incomprensible cuando se supone que se están realizando las consultas públicas para la integración del programa sectorial de mediano plazo y se desdeña la participación de quienes fueron invitados para acompañar precisamente la formulación y aplicación de las políticas públicas en materia de educación ambiental para la sustentabilidad. Eso confirma que el proceso de consulta es otra simulación más a las que ya estamos acostumbrados.
¿Para hacer este papelón disputó el Partido Verde durante tantos sexenios hacerse cargo de la Semarnat? Recordemos que este fue el motivo por el que este grupo de interés familiar rompió su Alianza por el Cambio con Vicente Fox en el primer gobierno de la alternancia, cuando no le dieron la Semarnat a Jorge González Torres, su fundador. Ahora que encontró un aliado político que por fin le cumple sus aspiraciones, en un portentoso acto de magia, el Verde vuelve invisible a lo poco que había quedado de la Semarnat después de la docena trágica, porque su parálisis no se limita sólo a la esfera de la educación ambiental.
La Semarnat actual se ha convertido en una comparsa para eliminar obstáculos al crecimiento económico como se desprende de sus omisiones y de las declaraciones del propio Secretario. De ese modo, echa por la borda las conquistas que el movimiento ambientalista ha logrado durante tres décadas de lucha para promover un desarrollo capaz de satisfacer las ingentes necesidades sociales sin reñir con la conservación de la calidad del ambiente y la integridad de los ecosistemas. Eso es lo que el Verde parece no haber entendido nunca al centrar sus plataformas políticas en asuntos que le han valido el repudio ambientalista internacional, tal como impulsar la pena de muerte o sobre temas sensacionalistas como combatir las corridas de toros,  aunque eso sí lucran con las prerrogativas que recibe.
Así que en materia de educación ambiental y parafraseando a la tira cómica de Palomo en el Cuarto Reich, los del Verde están aplicando una solución ecológica que conocen muy bien: Echarle tierra al asunto. Sin embargo, la comunidad de los educadores ambientales y otros grupos afines haremos una permanente vigilancia ciudadana de lo que la Semarnat plantee en el programa sectorial, así como de lo que haga y deje de hacer a lo largo del sexenio o lo que duren en él a pesar de su obsequiosa entrega.




[1] Publicado en La Jornada Veracruz, el martes 17 de septiembre de 2013.
[2] Coordinador de la Cátedra UNESCO-UV “Ciudadanía, Educación y Sustentabilidad Ambiental del Desarrollo”. http://edgargonzalezgaudiano.blogspot.mx

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