martes, 2 de octubre de 2012

La sustentabilidad en la Universidad Veracruzana[1]


Edgar J. González Gaudiano[2]

Cuando me incorporé a la Universidad Veracruzana en 2010, una de las primeras actividades en las que el Dr. Raúl Arias me invitó fue a integrarme en un pequeño grupo de seis destacados académicos encabezado por el Dr. Adalberto Tejeda,  para elaborar lo que unos meses más tarde se convertiría en el Plan Maestro para la Sustentabilidad de la UV.
        El Plan Maestro para la Sustentabilidad pretendía ser la cereza del pastel de una gestión caracterizada por la modernización institucional, la innovación educativa, la eficientización de procesos administrativos, la transparencia y la rendición de cuentas, la aplicación de la normatividad y la defensa de la recién ganada autonomía, entre otros.
Para alcanzar tal desafío, el equipo revisó las propuestas más consolidadas sobre sustentabilidad en universidades nacionales y algunas extranjeras; se consideraron las propuestas previas surgidas en la propia institución, así como numerosos esfuerzos aislados pero valiosos de personas y pequeños grupos colegiados. El Plan Maestro para la Sustentabilidad de la UV fue recibido con entusiasmo y fue aprobado de manera unánime y por aclamación del Consejo Universitario.
Se integró un consejo de alto nivel liderado por el propio rector y se creó una Coordinación Universitaria para organizar los trabajos, a cargo del Dr. Lázaro Sánchez y un grupo minúsculo de experimentados académicos, quienes muy pronto ya habían promovido una red a partir de comisiones regionales y puesto en marcha lo que aparecía como punta de lanza para ir sentando las bases de una transformación institucional de gran aliento: el Sistema Universitario de Manejo Ambiental (SUMA).
De este modo, se han escrito los manuales de operación y se han impulsado trabajos en muchas áreas como el manejo de residuos, ahorro de agua y energía, ahorro en impresos y mensajería, compras, construcciones, movilidad urbana, etc. Y ya empiezan a verse algunos resultados, aunque por la gran dispersión de instalaciones, incluso en Xalapa, es difícil que pueda impactar del mismo modo y al mismo tiempo a toda la universidad. 
   No obstante, estos logros son aún muy frágiles. Primero, porque un gran número de dependencias no se han involucrado en el proceso. De hecho, salvo los avances en el sistema de manejo ambiental, los otros dos ejes del Plan prácticamente no han arrancado: el Comparte y el Discurre. Y esto no es responsabilidad exclusiva de la Coordinación, me parece que ha faltado un respaldo efectivo y sostenido de autoridades y mandos intermedios en una gran mayoría de dependencias.
La Universidad Veracruzana va a ingresar muy pronto en un proceso de transición y los programas que no estén bien blindados académicamente y con un fuerte respaldo de la comunidad universitaria serán vulnerables. Quiero pensar que por las implicaciones que la sustentabilidad tiene en la construcción de futuro y la progresiva extensión que se está dando en el sistema universitario mundial, es un proceso que llegó para quedarse.
Empero, una transformación hacia la sustentabilidad institucional no se logra fácilmente por las usuales resistencias al cambio y los arraigados atavismos en el ethos institucional. Máxime cuando se trata de cambios de fondo que afectan patrones culturales y estilos de conocimiento, pensamiento y acción.
Por lo mismo, nunca son suficientes si bien necesarias las disposiciones normativas; se requiere de que la visión sea asumida como propia por la gran mayoría de los miembros de la comunidad, como condición para generar nuevos valores que orienten las actitudes y el compromiso para hacer las cosas de otra manera. Y esto es lo que aún no empieza a darse en la UV en su conjunto, salvo en las honrosas excepciones de siempre.
Se me dirá que dos años es pronto para empezar a ver esto y tendré que concederles la razón, pero me gustaría ver con más claridad que estamos caminando en esa dirección.         

  

[1]Publicado en La Jornada Veracruz, el lunes 1 de octubre de 2012. Pág. 6.
[2]Coordinador de la Cátedra UNESCO – UV “Ciudadanía, educación y sustentabilidad ambiental del desarrollo”. http://edgargonzalezgaudiano.blogspot.mx

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